Fotografía de Barrett-Jackson
General Motors comenzó operaciones en nuestro país aproximadamente en los años 30. La llegada de la segunda marca más antigua del grupo después de Buick, nos llevó a apreciar nuestros primeros acercamientos al tope en lujo y tecnología de GM con Cadillac De Ville.
Este #ViernesVintage nos vamos al inicio de la década de los 50, uno de los nombres más conocidos de la firma norteamericana así como recordar esas épocas donde los motores de 7 litros en sedanes y coupés eran cosa de todos los días.
El primer ejemplar de Cadillac De Ville se presentaría en 1949 en el salón Motorama. A la par de Buick Roadmaster Riviera y Oldsmobile 98 Holiday, estaba dentro de los primeros ejemplares coupés de techo rígido que carecían de pilares.
El nombre De Ville viene del francés que significa “del pueblo”. Sin embargo, también hacía referencia a un tipo de carruaje muy antiguo de cuatro puertas para dos pasajeros, con el conductor situado en la parte exterior.
Lanzado dentro de la existente Serie 62, el Cadillac Coupé de Ville se lanzó a un precio inicial de 3,496 dólares. Venía con vidrios eléctricos como estándar, vestiduras de piel y terminados en cromo.
En 1956, la denominación De Ville, antes aplicada solo a la iteración coupé, sería adaptada ahora al primer sedán de cuatro puertas con techo rígido en el mundo. Fue tal el éxito del modelo que a partir de 1959, Cadillac separaría a De Ville de la gama de Serie 62 como modelo independiente.
La primera generación de Cadillac De Ville comienza oficialmente en 1959. Esta versión es recordada ampliamente por sus aletas traseras así como sus faros duales centrales y la distintiva forma de sus pilares y el techo.
La marca ofreció 3 carrocerías. La primera era un dos puertas de techo rígido mientras que las otras dos serían sedanes de 4 puertas pero con el distintivo de 4 o 6 vidrios laterales. Disponía de un motor V8 de 6.4 litros y hasta 325 caballos de fuerza en una transmisión Hydramatic de 4 velocidades, por supuesto, enfocada al confort.
Sin embargo, la introducción de la segunda generación de De Ville (1961-1964) traería un rediseño radical. La parte delantera sería más sobria y las aletas traseras se reducirían en tamaño notablemente. Esta generación también ofrecería el convertible por primera ocasión.
Destacaría la introducción de un motor V8 7.0 litros con una caja automática, esta vez TH-400 de tres velocidades para suavizar los cambios aún más. Con los mismos 325 caballos, incluía cambios importantes para la época como dirección y frenos hidráulicos, limpiadores eléctricos e incluso asientos con regulación de temperatura.
Con la introducción de la tercera generación de Cadillac De Ville de 1965-1970, el modelo se convertiría en el estandarte de la marca. A la mitad de la gama entre Calais, Sixty Special y Eldorado, este modelo denotaría nuevamente un rediseño significativo.
Ahora en el frente, veíamos una parrilla más pequeña y dos faros dobles situados verticalmente. Mientras tanto, en la parte trasera, las calaveras también eran verticales y las aletas serían apenas visibles. Sin embargo, el coche mantuvo la misma plataforma de la generación precedente con una distancia entre ejes próxima a los 3.30 metros.
Pero lo que sí aumentó fueron las cifras en el motor. Ahora montado en el tope de gama con un motor V8 de sorprendentes 7.7 litros con sus 375 caballos de potencia, obligó a la marca a utilizar solamente una caja automática de 3 velocidades, la única capaz de gestionarlo.
En 1969, Cadillac rediseñó De Ville para asimilarse más a Eldorado. Se recuperaron los dobles faros horizontales así como darle una forma más pronunciada a las icónicas aletas traseras. La parrilla también se redujo en extensión y procedió a tener una forma más cuadrada.
Como todos los modelos de General Motors, De Ville recibió un rediseño brutal para su cuarta generación (1971-1976). El coche aumentó en longitud, transformación total al frente y nuevamente se redujo la presencia de las aletas.
Y por si no fuera suficiente, los 7.7 litros del modelo tope de la versión anterior se convirtió en la oferta base. Ahora, el tope de gama ofrecía un 8.2 litros que erogaba apenas 192 caballos de potencia.
La quinta generación de Cadillac De Ville coincidió con el 75 aniversario de la marca en 1977. Por ello, la marca introdujo un modelo bastante más compacto en tanto los coupés como los sedanes. 7.0 litros regresó a ser el tope de gama así como la adición de un V6 4.1 litros que sólo tenía 11 caballos de potencia menos que el 7 litros con una cifra oficial de 190.
Además, esta nueva versión “más sensible” del De Ville fue la primera en incluir motores diesel a la oferta en toda la marca junto con el modelo Seville. Las transmisiones automáticas continuaron siendo la única oferta de 3 o 4 velocidades. Esta generación marcó el récord de los De Ville más vendidos con un total de 234,171 ejemplares.
La sexta generación para De Ville introducida en 1983, ofrecía una carrocería que apenas y se asimilaba a su construcción original. Con la nueva plataforma C del grupo, las carrocerías sedán y coupé se mantuvieron y todos los motores fueron reducidos en cilindrada para no superar los 4.9 litros.
La séptima y octava generación del vehículo siguió evolucionando a un estilo más conservador con faros traseros verticales.y delgados. Ahora enfocados a tecnología como estéreos Bose, acabos premium y capacidad de hasta 6 pasajeros, De Ville se retiraría del mercado en 2005 y cambiaría de nombre a DTS.
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