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Llámele romanticismo al automóvil, se cumplen ya 65 años de la planta, que reporta un incremento de esta logística de entrega en los últimos años.
¿Desearía usted que le entregaran su nuevo deportivo en la puerta de su casa o viajar cientos de kilómetros para acudir a recogerlo? En el 99.9% de los casos seguramente seleccionaría la primera por comodidad, más cuando ha desembolsado una cantidad fuerte de dinero, pero en el caso de Porsche, un alto porcentaje prefiere recibirlo en la sede de la empresa localizada en Stuttgart, estamos hablando de Zuffenhausen.
Llámele romanticismo, amor al automóvil y a la cultura automotriz; se cumplen ya 65 años de la planta, que reporta un incremento de esta logística de entrega en los últimos años. En 2014, 3,100 clientes viajaron para recibir sus bólidos, la mayoría de Alemania, pero un 10% «cruzaron el charco» desde los Estados Unidos y un 5% más se trasladaron de algún punto de Europa.
¿Cuál es el atractivo?
Recibir el vehículo en este sitio incluye un tour guiado por la planta, otro por el museo, una comida de tres tiempos guiada por personal calificado que responderá a todas sus dudas, etc. Esta historia arrancó poco después del 6 de abril de 1950 con las primeras entregas del 356, ya que la red de distribuidores no estaba establecida aún establecida, y quien deseaba un Porsche debía trasladarse a este punto. Todo ello evolucionó a una práctica que ayuda al cliente a dispersar cualquier pregunta que tenga del auto o ejerza su poder para personalizarlo. Con el paso de los años, la logística se hizo popular y prácticamente parte del manual de la compra de un vehículo histórico como lo es un Porsche.
