La historia del modelo Tenere es muy grande, con inicios en la inquietud de llevar tu moto a nuevos terrenos y que la falta de asfalto no fuera un impedimento para manejar, decir Tenere es, tener un modelo que fue de los pioneras del segmento doble propósito e incluso trail; misma que se desempeño de excelente manera en Dakar de donde saco gran parte de su legado y diseño.
En la prueba de manejo tuve la oportunidad de manejar la Tenere 660 moto que comenzó su producción en 2008 y poco tiempo después llegó a México como una opción intermedia para ciudad.
La Tenere 660 parecía dar continuidad a la Super Tenere 1200 pero en realidad es un concepto de moto totalmente diferente, con un más enfoque a la aventura y a las salidas en tierra, e incluso acercándose más al mundo del enduro gracias al menor peso, mayor recorrido de suspensión y la considerable altura desde el asiento de 896 mm que con todo y la opción para rebajarla sigue siendo alta. Detalle que al final uno se acostumbra y uno aprende a disfrutar en los terrenos difíciles
Aspecto técnico
En el apartado mecánico nos ofrece un motor de cuatro tiempos enfriado por líquido de 660 cc, mismo que genera 47 hp y un torque de 43 lb-pie, asociado a una caja de cambios de cinco marchas, y una transmisión de potencia que va a la rueda trasera por medio de cadena.
Las dimensiones sin duda deslumbran al verla, ya vimos el tema de la altura del asiento pero el total es de 1.477 metros y un largo de 2.246, la distancia al suelo es de 260 mm y pesa 208 kg lo cual suenan a mucho pero se encuentra distribuido en la zona baja de la unidad por lo que en orden de marcha es sumamente ágil a la hora de maniobrar.
Los primeros momentos del manejo de la Tenere 660 fueron para acoplarme a la altura, ya que en la ciudad es realmente divertido y práctico traer una doble propósito, segmento que debo confesar me gusta y mucho, el sonido del motor es ronco y fuerte sin llegar a ser un escándalo como un modelo enduro, en las primeras cuadras constaté lo que me dijeron de la moto al entregármela en la agencia de los amigos de Yamaha Terraventura, “es una bicicletota”, y sí, ya que la unidad ya en marcha prácticamente no pesa y el manejo es suave y responde de inmediato al movimiento de cadera, los frenos son potentes y nuestro campo visual está por arriba de la mayoría de los autos, lo cual es una ventaja.
En el caso de la Tenere 660, el manejo se hace completamente con la cadera, y el “tirarla de lado” de hace un movimiento sumamente natural y no solo en baja velocidad sino que en alta también se logra para podernos deshacer de esas siempre sorpresivas coladeras abiertas.
La suspensión en asfalto tiene un sentir intermedio mismo que hace que uno se olvide de baches, topes o suelo rugoso, la maniobrabilidad a velocidad también es excelente con solo inclinar el manubrio o nuestro cuerpo mientras que a baja velocidad la dirección nos permite meternos por donde sea. La entrega de potencia es lineal y las primeras cuatro velocidades son muy cortas dejando la quinta para tramos carreteros.
Para la ciudad destaca la capacidad del tanque de combustible de 23 litros, cantidad sumamente respetable para una moto de este tamaño que además rinde por mucho tiempo en uso citadino, en mi caso fueron casi dos semanas desde llena hasta tener que visitar a las gas.
Pero obviamente también salimos a la tierra y se me ocurrió ir a la tierra del entrenamiento de los motociclistas de tierra, el cual es el Valle del Tezontle en el Ajusco, donde para llegar tiene muchas curvas tanto de velocidad como cerradas y además en pendiente. Aquí pude apreciar la comodidad y solidez de marcha incluso con pasajero, una frenada muy competente y sin movimientos nerviosos transmiten al conductor confianza.
Al tomar las curvas no importó la altura de la moto y la inclinación es de llamar la atención y permitía tener un paso por curva rápido mientras que nuestro cuerpo podía ir sumamente relajado y sin molestias del viento gracias al parabrisas. En este punto la velocidad máxima que pude levantar fueron 160 km/hr, en la agencia me dicen que puede más, y lo más seguro es que así sea, pero a esa velocidad seguía sintiéndose sólida.
Al salir de la carretera la Tenere 660 tomó un nuevo sentido y un manejo divertido y sensitivo, el chasis transmite mucha información a nuestras manos y pies por lo que instintivamente manejamos usando el cuerpo y pronto comenzaron los brincos y derrapes que puedes controlar con movimientos de cadera y abdomen.
Subidas, caminos con piedras y tierra suelta fueron fácilmente sobrepasados con poco esfuerzo humano y de la máquina, sin duda la moto pedía algo más extremo, tal vez no de enduro (o con las llantas adecuadas podría) pero puede casi con todo. A mi humilde parecer es una de las mejores motos doble propósito del mercado ya que brinda muchas sensaciones de manejo y no está dominada por sistemas electrónicos que ayudan pero nos quitan ese sabor de decir “yo voy manejando”, excelente para uso diario o viajes intermedios pero si se acaba el camino y una senda de tierra es lo que vemos, la Tenere nos llevará.