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Bueno, es que ¿a quién no le llama la atención una motocicleta que hace más ruido que un tractocamión?, que se maneja con autoridad y que –generalmente– no lleva elementos que sean del todo indispensables.
Su historia comienza tras la Segunda Guerra Mundial, cuando algunos motociclistas que habían combatido en Europa estaban descontentos con las motocicletas norteamericanas, ya que las europeas eran más ligeras y divertidas de conducir. Para mejorar sus prestaciones, se optó por: cortar y quitar («to chop» o «to bob» en inglés), ello a fin de perder peso y ganar en velocidad. Así nacieron las «Bobbers», motocicletas que carecían de parabrisas, respaldos, faros auxiliares, defensas, con asientos, guardabarros recortados y muchas hasta de freno delantero, lo que ganó en deportividad y manejo, pero también generó una estética que se hizo popular entre «la banda» norteamericana.
Fue así que los estilos comenzaron a sumar diferentes aspectos para beneficiar al manejo deportivo, por lo que se utilizaron neumáticos más anchos para la rueda trasera, una delantera mucho más delgada, cambios de velocidades al manillar completamente elevado y, a pesar de incrementar el riesgo, se cumplía con el motivo principal de hacer del manejo una experiencia divertida, única y muy #Machine tras la postura que asumía el conductor, «incómodamente» sentado exhibiéndo una postura tremendamente amenazadora.
Llegada la época de los 80, Harley Davidson se convirtió en El Rey de las choppers de producción, sin embargo algunos otros talleres gustan de modificar los modelos originales para sujetarse a las solicitudes de sus clientes. Hoy una chopper es un vehículo completamente modificable, se puede incluso especificar la capacidad del tanque de combustible, la posición del asiento, el manillar etc, y todo ello se logra gracias a expertos #Machines que llega a alterar las leyes de la física para poder entregar vehículos a dos ruedas sorprendentes #Machines.
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