Un problema muy importante que no tiene solución inmediata.
Vivimos en épocas complicadas para la industria automotriz. Los precios de los automóviles están aumentando y al mismo tiempo las órdenes por coches nuevos han tenido que ser retrasadas. La escasez de los chips semiconductores a nivel mundial sin duda alguna es una parte importante de este fenómeno.
Seguramente has escuchado esto antes pero no sabes de dónde surge o por qué afecta a la industria automotriz en concreto a la industria automotriz. Hoy te responderemos esas preguntas así como las implicaciones que puede tener a futuro en cuanto a la producción de coches.
La escasez de chips está afectando a todas las marcas de la industria automotriz en todo el mundo. Es un problema notable que le ha costado millones de dólares a la industria porque la demanda por coches nuevos no se ha podido cumplir a tiempo. ¿Pero cómo fue exactamente que esto sucedió?
Todo empieza por el hecho de que los coches modernos son totalmente distintos a los de hace 10 ó 20 años. Esto es gracias a la excelente tecnología que han adaptado los fabricantes con el paso de los años para mejorar tanto la experiencia del usuario como la seguridad en los vehículos.
Toda esta tecnología que puede incluir desde tu sistema de infoentretenimiento hasta cuestiones esenciales como un sistema de tracción electrónico o la ignición del motor utiliza estos chips semi conductores para funcionar. Dependiendo el automóvil, puede usar desde centenares hasta 1,000 semi conductores por unidad. Es decir, los chips se han convertido en elementos absolutamente esenciales para un automóvil.
Pero si son tan importantes, ¿por qué hay escasez de chips a nivel global? La pandemia del COVID-19 tuvo mucho que ver. Debido a la cuarentena que se vivió globalmente en el año 2020, la demanda de productos electrónicos que utilizan estos chips aumentó considerablemente. Videojuegos, televisiones, computadoras; este tipo de productos comenzaron a vender muchas más unidades que en años anteriores.
A esto le añadimos factores externos como desastres naturales en las plantas de fabricación más importantes del mundo. Incluso la tensión global que vivimos actualmente ha dificultado el proceso aún más; así como las constantes infecciones en las plantas de estos artículos que alentan el proceso de producción.
Por ello, desgraciadamente la industria automotriz cree que este problema no se podrá resolver de forma inmediata. Ha sido tan fuerte este golpe que de acuerdo a Alix Partners, solamente la industria automotriz ha perdido 110 mil millones de dólares por esta crisis.
Para combatir la escasez de chips, los fabricantes han recurrido a múltiples estrategias de emergencia. Una de las primera soluciones involucra reducir la cantidad de chips necesarios dentro de un coche. Debido a que esto implica reducir las capacidades de los vehículos, naturalmente esto no se considera una solución ideal.
Otra solución temporal que muchas marcas tomaron fue continuar la producción de vehículos y luego apartarlos en lotes en lo que llegan los chips. El beneficio de esto es evitar las pérdidas monetarias que involucra detener el proceso de producción. Sin embargo, esto puede afectar el valor de los automóviles a la larga si llega a pasar demasiado tiempo.
La escasez de chips a nivel global forzó a las marcas automotrices a repensar su cadena de distribución. Mientras que las estrategias que mencionamos anteriormente han ayudado, queda claro que no pueden ser soluciones viables a largo plazo.
Por ello, una de las soluciones que podemos esperar de los fabricantes de coches es que ellos comiencen a tener más control en el proceso. Es decir, quizá podremos estar viendo un futuro cercano donde las marcas fabriquen y desarrollen sus propios chips semiconductores.
Naturalmente, una solución como ésta significará invertir mucho dinero en tanto tecnología como infraestructura. Es imposible determinar de manera segura qué pasará en los próximos años. Lo que sí queda claro es que la situación poco a poco está mejorando. Aunque el problema sigue existiendo y la demanda sigue en problemas, se espera ver una mejoría en este año así como para 2023.
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