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Conoce a uno de los coches del siglo XXI más reconocibles del gigante azul.
Sabemos que para el gigante azul el tamaño no importa. Fue por eso que cuando debutó la primera generación de Ford Focus, un nuevo boom hacia los vehículos compactos inició. Buscando reemplazar al Ford Escort en varios mercados, este icónico coche trajo consigo no solamente un vehículo citadino para todos los días. Además, trajo una versión deportiva muy especial que al día de hoy los coleccionistas se le pelean.
Ford Focus comenzó su proceso de diseño a inicios de los años 90, tomando como nombre una variante de un coche concepto Ghia. Contribuyendo notablemente al nuevo lenguaje de diseño en Ford llamado New Edge, podíamos ver una forma bastante más agresiva e inusual que otros coches económicos.
El diseño fue supervisado por Jack Telnack, diseñador del Thunderbird y Claude Lobo, el diseñador del Ka. El Focus representaba también el primer paso para el gigante azul de ofertar un coche que funcionara tanto en mercados europeos como en los latinoamericanos.
Para distinguirlo del resto de su competencia, el gigante azul adaptaría una suspensión multi-link de primera categoría. De esta manera, ofrecía excelente manejo en curvas y absorbía los impactos de incluso los baches más pronunciados. Fue tan buena su suspensión que Focus le ganaría a un Jaguar XL8 y un Bentley Continental en una prueba de slalom a 100 kilómetros por hora en tanto tiempo como manejo. Su balance simplemente era sensacional.
El Ford Focus se produciría primero en el continente Europeo en 1998. Sin embargo, poco después ese mismo año llegaría a fabricarse en Santa Rosa, Filipinas y en General Pacheco, Argentina. El coche se ofertaba con motores que iban desde el 1.4 litros 4 cilindros hasta un Duratec de 2.0 litros también con 4 cilindros.
El coche rápidamente se convirtió en un éxito en todos los mercados disponibles. Por esa razón, en el año 2000, llegaría a la planta de Michigan en Estados Unidos y a Hermosillo, Sonora en México. Esta versión contaba ya con motores únicamente de 2.0 litros con control electrónico de estabilidad, como prestación estándar.
Para apelar a las generaciones X y Y, la campaña del Ford Focus posicionó al coche en 64 programas de televisión en vivo. Esto incluyó los MTV Video Music Awards en 1999 e incluso en el tour de Ricky Martin “Livin’ La Vida Loca” de ese mismo año. El coche también apareció en el exitoso programa de WB Dawson’s Creek.
Sin embargo, la estrategia principal para atraer a los más jóvenes fue muy sencilla. Hacer versiones deportivas increíbles. Fue así que en 2001 el Special Vehicle Team de Ford o SVT introdujo el Focus ZX3 SVT para 2002. Se destacaba por llantas de aleación y un rediseño exterior notable. Sin embargo, lo más importante era su nuevo motor de 170 caballos de potencia con una transmisión manual Getrag de 6 velocidades heredada de un Mini Cooper S.
No obstante, Ford no se detuvo ahí. Poco después en 2004, se introdujo la variante ST. Con un 2.3 litros de 151 caballos de fuerza y una transmisión manual de 5 velocidades. Esta versión contaba con una mayor aceleración, colores exclusivos y frenos de disco a las 4 ruedas. Fue tal su llamativo que al día de hoy continúa como uno de los modelos de Ford más populares entre entusiastas.
Después de múltiples premios de Motor Week, Consumers Digest, Car and Driver y muchas otras publicaciones por ser uno de los mejores coches del año; Focus se renovaría continuamente. Actualmente, continúa en producción en Europa y sin lugar a dudas es uno de los carros del gigante azul más queridos de inicios del siglo XXI.
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