Se cumplen 26 años del fin de semana más negro en la historia de la Fórmula 1, aquél que estuvo marcado por las muertes de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger.
El Circuito de Imola, albergaba la tercera fecha de la temporada de 1994 con el Gran Premio de San Marino.
Este negro fin de semana comenzaba con las sesiones del día viernes 29 de abril. Rubens Barrichello sufrió un fuerte accidente, golpeó una defensa en la curva Variante Bassa a 225 km/h.
«Morí durante seis minutos. Me apague totalmente. Fue un impacto a 90G, 90 veces 72 kg. Quedé un mes con perdida de memoria».
Rubens Baricchello
El 30 de abril de 1994 durante la sesión de clasificación, Roland Ratzenberger no pudo sortear la curva Villeneuve perdiendo el auto a 320 km/h, pegó contra el muro de contención y perdió la vida casi de inmediato.
En ese momento la sesión fue detenida y los 40 minutos restantes fueron cancelados. Su muerte significó el primer accidente mortal en la Fórmula 1 en un fin de semana de gran premio, desde la muerte de Ricciardo Paletti en 1982.
Esta muerte dejó muy marcado en su momento a Ayrton Senna, quién moriría un día después.
El 1 de mayo de 1994 Senna tenía grandes dudas de participar en el Gran Premio aun así arrancó desde la pole position, comandando la carrera hasta la fatídica séptima vuelta.
Ayrton se acercaba a más de 300 km/h a la curva de Tamburello y al llegar a esta se inexplicablemente perdió el control de su monoplaza y se estrelló.
Según datos oficiales, Senna no pereció de inmediato, sino que su muerte se produjo cuatro horas después en el hospital.
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