Pantera
Cuando pensamos en súper coches italianos del siglo XX nos viene a la mente marcas como Ferrari o Lamborghini. Sin embargo, pocos recuerdan al De Tomaso Pantera, un vehículo hecho en Modena bajo la tutela del legendario diseñador Marcello Gandini. Cuando debutó en 1970, Pantera tenía todo para convertirse en un éxito del mundo deportivo. ¿Pero qué fue lo que pasó con este obscuro vehículo?
De Tomaso Pantera fue producto de la firma de diseño Ghia bajo el liderazgo de Tom Tjaarda. Sucesor al Mangusta, el primer vehículo de la marca italiana, la idea en De Tomaso era la creación de un deportivo para competir contra las marcas europeas establecidos. Alejandro De Tomaso, fundador de la marca nacido en Argentina, sin duda alguna tenía altas esperanzas.
Por ello, el principio de Pantera fue partir de un chasís de acero monocasco sencillo y económico. Utilizando como asesor a Marcello Gandini, diseñador del Lamborghini Miura y Diablo, Pantera eventualmente debutó en el New York Motor Show de 1970.
A pesar de un buen inicio y con entusiasmo por parte potenciales clientes, De Tomaso Pantera sería adquirido junto con la compañía entera por Ford al año siguiente. Gracias a la inversión del gigante azul, De Tomaso pasaría a producir tres vehículos diarios.
Su distribución en Estados Unidos estaría a cargo de Lincoln-Mercury mientras que De Tomaso preservaría todos los derechos para los modelos europeos. Un total de 1,007 ejemplares llegaron a terreno norteamericano mientras que solamente 75 terminarían en manos de clientes europeos. Subsecuentemente, Ford se involucraría todavía más en la producción de los coches, resultando en una mejora de calidad significativa.
Cuando De Tomaso Pantera debutó, portaba un motor Ford Cleveland 5.8 litros que entregaba alrededor de 330 caballos de potencia. Al contrario de muchos súper coches italianos, el alto torque del motor permitió reducir el cambio excesivo de velocidades y hacer su manejo mucho menos demandante en condiciones urbanas.
Adicionalmente, Pantera venía adaptado con muchas prestaciones que lo hacían resaltar sobre su competencia. En primer lugar, había espacio amplio en el interior y comodidad en sus asientos. Contaba con espejos eléctricos y aire acondicionado, aditamentos difícilmente presentes en súper coches italianos.
Ante el éxito del vehículo De Tomaso vendería la versión Lusso para el mercado norteamericano en 1972. Contaba con un motor actualizado de 264 caballos de potencia pero con mejoras de fábrica sustanciales para mejor manejo. Por otro lado, los europeos recibirían el modelo GTS con 345 caballos de potencia y llantas más grandes, frenos de disco ventilados y elementos en negro mate.
Ford dejaría de importar el De Tomaso Pantera a los Estados Unidos en 1975, a pesar de vender 5,500 vehículos. No obstante, la firma italiana continuó fabricando el coche durante casi dos décadas al resto del mundo. De Tomaso aseguraría que sus motores más recientes eran notablemente revisados. La versión GT5-S fue construida en Suiza y entregaba una potencia de 355 caballos, más que nunca para el vehículo.
El coche siguió utilizando en sus generaciones finales motores realizados por Ford. Un total de 7,260 de ejemplares de Pantera fueron producidos hasta 1992. Curiosamente, es justo la rareza de este modelo la cual ha mantenido el interés de los entusiastas en el mercado secundario. Tristemente, aún falta ver el renacimiento de la marca De Tomaso que ojalá nos pueda algún día deleitar una vez más con otro súper coche italiano.
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