Así es entusiasta del automóvil, diseño italiano, prestaciones, lujo interior y performance #ViernesDeVelocidad. Maserati decide incursionar en un nuevo segmento, el de «volumen», que entrecomillamos de acuerdo al concepto general que nos obligaría a mencionar #Autos compactos y subcompactos, es decir en un rango de precios de entre 110 mil y 150 mil pesos. No obstante, cuando nos referimos a los vehículos premium, el segmento de volumen «baja» el precio a unos 110 mil dólares (versión 410 caballos) y lo cataloga por dimensiones, potencia y valor monetario con la letra «E».
Y es que el segmento premium comprende coches de alta tecnología, pero cuando se lleva esta definición a un deportivo de esos considerados superautos, como lo es la Casa del Tridente, competir en un segmento «E» no solo es ambicioso, sino responde a una tendencia del mercado para colocar una opción de entrada al tan anhelado bólido italiano. La inversión ha sido bárbara, pues se debe recordad que como parte del Grupo Fiat, Maserati estaba fabricando un número reducido y exclusivo de ejemplares, pero con la introducción del Quattroporte (segmento F), debíamos suponer que el siguiente paso era incluir un deportivo para el uso diario…, de empresarios, entusiastas, hombres exitosos, etc.
El aprovechamiento de la tecnología de Ferrari y su planta de Maranello en los motores V6 Twin Turbo y las líneas Pininfarina para su diseño, consiguen sentar las bases para una plataforma totalmente Maserati, desarrollada exclusivamente para este vehículo ultra-ligero, según su clasificación, 1870 kg en su versión más potente (tracción integral) a partir del empleo al máximo del aluminio para su construcción, cifras de potencia, 410 CV y 330 CV, que acopladas a una caja automática de ocho velocidades con paletas al volante para modo «manual», impulsan al Ghibli de 0-100 en 4.7 y 5.6 segundos, un performance deportivo garantizado gracias a que la velocidad tope no viene regulada y nos ayudará a empujar la aguja hasta los 294 y 285 km/h respectivamente. Finalmente hablamos de una suspensión inteligente conocida como Skyhook que se apoyará en todo momento de la caja de cambios en modo soft y sport para reconocer la situación de manejo y hábitos del conductor. Ah, se me olvidaba, la cajuela ya no es un problema, y tampoco la parte trasera, que albergará a sus «habitantes» con comodidad sin perder el acento deportivo #ViernesDeVelocidad.
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