Škoda revive uno de sus modelos históricos: 1100 OHC Coupé

El fabricante de origen checo, ahora propiedad de Grupo Volkswagen, para marcar el aniversario de su división deportiva, ha revivido un ejemplar muy importante. El Škoda 1100 OHC Coupé construido en los años de 1959 a 1960 fue el seleccionado para contribuir al museo de la marca, utilizando principalmente la documentación histórica para su reconstrucción. 

La historia del Škoda 1100 OHC Coupé

Los empleados del museo de la marca seleccionaron el Škoda 1100 OHC Coupé utilizando tecnología súper avanzada para entregar los mejores resultados posibles. Solamente podía ser así considerando que solo se construyeron dos ejemplares de este vehículo a inicios de los sesentas. 

Originalmente planteado para carreras de endurance, este vehículo destaca por una construcción híper ligera de tan solo 555 kilogramos. El motor localizado justo detrás del eje frontal conseguiría una distribución de pesos casi perfecta. Por ello, el coche fue reconocido en las competencias por su sorprendente dinamismo. 

Basado en el modelo Spartak 440 de la marca, esta nueva versión erogaba 92 caballos de potencia con una impresionante cifra de 85 HP por litro de desplazamiento. El resultado de estos logros fue una velocidad tope de hasta 200 kilómetros por hora. Impresionante para la época. Este vehículo duraría en carreras hasta 1962 y en 1966 fueron vendidos para entusiastas privados. 

La leyenda vuelta a nacer

Este ambicioso proyecto para restaurar el 1100 OHC Coupé se debe a la ambición del museo de la marca. La preservación de los documentos originales fue crucial para el éxito del proyecto. Otra gran ayuda es que los componentes mecánicos originales apenas estaban desgastados debido a que los coches participaron en muy pocas carreras. 

El reto más importante fue reconstruir el chasís de aluminio. Los carpinteros de aquél momento utilizaron un panel de madera y de ahí un grupo de trabajadores construyeron el cuerpo de aluminio totalmente a mano. 

Mediante esta reconstrucción del museo Škoda, el equipo pudo hacer una reconstrucción a partir de los dibujos en 2D de los planes originales para luego ser pasado a la computadora. Analizando cada ángulo del coche, los ingenieros se pusieron a trabajar en restaurar este histórico vehículo. El resultado sin duda alguna es impresionante. 

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