Pocas veces nos toca hablar de modelos que son hitos dentro de sus marcas, sobre todo una tan grande como el gigante azul. Sin embargo, Ford Aerostar fue no solo la introducción a un mercado totalmente nuevo sino que fue el parteaguas dentro del segmento minivan.
Diseñada para competir contra vehículos como Chevrolet Astro y GMC Safari, Aerostar es nuestro protagonista en #ViernesVintage gracias a su enorme influencia para modelos futuros del segmento así como las múltiples primicias que trajo para la marca.
A pesar de su introducción hasta la mitad de los ochentas, la concepción de Ford Aerostar comenzó en la década de los setentas, empezando como un modelo acompañante para la exitosa línea de Econoline en Ford.
La estrategia era aumentar de dimensiones a Econoline alrededor de 1975, por lo que Ford se puso a explorar la idea de construir una camioneta más pequeña. El objetivo principal: que cupiera en un garage promedio, no sólo a lo largo sino en altura. Adicionalmente, se buscaría aumentar espacio interior y ofrecer un diseño más atractivo que el de las camionetas de labor promedio.
Durante su concepción se le conocería como Ford Carousel, prototipo testado de 1972 a 1974. Con los pilares A totalmente rediseñados y una fascia delantera nueva, Carousel recibiría un techo estilo vagoneta con vidrio transparente para dar a entender que se trataría de un vehículo familiar.
Las reacciones positivas de los ejecutivos no fue suficiente para darle luz verde al proyecto debido a la situación financiera delicada de la marca, dándole prioridad al desarrollo de plataformas Fox y Panther. Y con la marcha de Lee Iaccoca y Hal Sperlich a Chrysler dejaría a Ford en una situación inesperada.
La llegada de Dodge Caravan, obra de ex miembros de la marca, obligó al gigante azul a retomar el proyecto de Ford Aerostar en 1984. Sin embargo, esta vez se rediseñaría por completo y añadiría materiales ligeros a la carrocería para mejorar la economía de combustible.
Para bajar todavía más los costos de producción, Aerostar compartía suspensión trasera y motorización con Ford Ranger y Ford Bronco II (más adelante Explorer). La suspensión frontal se compartía con la familia de sedanes para mejorar el manejo.
Fue así que en 1985 se introdujo Ford Aerostar al mercado y se convertiría en la primer minivan jamás hecha por el fabricante norteamericano.
Presentada en 4 niveles; Lima, dos variantes de Cologne y Vulcan, la potencia de Aerostar podía llegar hasta los 160 caballos con el motor de 4.0 litros. De ahí, Aerostar ofrecería todavía más ventajas competitivas para el mercado.
No solamente era la minivan de tamaño más compacto relativo a la competencia manteniendo casi el mismo espacio interior sino que en contraste de las minivans de Chrysler, todas sus versiones con cajas automáticas tenían cuatro velocidades y más adelante se agregaría una de 5 al catálogo.
Aerostar también se convertiría en la única minivan en América del Norte en contar con muelles helicoidales en sus cuatro ruedas así como ser el primer vehículo de su categoría en estar potenciado por motores V6 de manera exclusiva.
Y como cereza del pastel, Aerostar en 1990 introdujo su sistema de tracción Electronic 4-Wheel Drive que sería clave para popularizar este tipo de configuración en futuras minivans. Aunque no estaba diseñado para manejo todoterreno, este sistema permitía incrementar la tracción en condiciones climáticas adversas.
Ford Aerostar obtuvo cambios mínimos en cuestiones estéticas en su única generación. En respuesta a Dodge Caravan, se ofreció una versión de cuerpo extendido que se volvería la iteración más popular de la clientela.
Para 1989, el exterior cambió por primera vez de forma notable cuando la parrilla de cromo fue reemplazada por una totalmente negra. Además, los faros serían actualizados así como los neumáticos.
Mientras tanto, en el interior, los estándares de la industria prevalecían. Con la configuración de 2-2-3, los asientos estaban diseñados para cargar con 7 pasajeros con la opción de la tercera fila de ser tanto removible como abatible.
Entre otras características importantes fue la adaptación de una computadora de viaje electrónica con información de economía de combustible, aire acondicionado para plazas traseras, asientos tipo capitán en la segunda fila y un sistema estéreo de audio de 8 bocinas con auxiliar para audífonos.
Dos modelos finalmente destacaron dentro de Ford Aerostar. La primera sería la versión Eddie Bauer enfocada hacia clientes con mayor poder adquisitivo para competir con Chrysler Town and Country. Los asientos de piel y la pintura customizada al exterior era la forma más sencilla de distinguirla.
Finalmente, Aerostar vendría también en una versión Sport. Principalmente, los cambios se veían al exterior con pintura plateada en las partes bajas y flaps para proteger contra el lodo así como insertos de cromo.
El éxito de Aerostar en el segmento de las minivans fue indudable. Aún así, la compañía consideró que para ganar la guerra de las minivans un modelo totalmente nuevo era la respuesta. Fue así que en 1995, Ford Windstar se introdujo al mercado como sucesor de Aerostar.
Ford Aerostar en un periodo de 12 años en producción y con más de 2 millones de vehículos vendidos nos demuestra que quizá hablamos de uno de los modelos más importantes en la historia del gigante azul.
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