Cada vehículo contará con una placa conmemorativa
Dodge dejará de fabricar Charger y Challenger a gasolina el próximo año, marcado el final de una era para una marca que ayudó a definir los muscle car.
A medida que la industria automotriz hace la transición hacia vehículos híbridos y eléctricos más eficientes en combustible.
Stellantis, el conglomerado automotriz propietario de Dodge, anunció que hará la transición de los vehículos fuera de su línea de producción en 2023 a través de una venta única de siete modelos “herederos”, cada uno de los cuales llevará la placa conmemorativa “Last Call”.
Dodge Charger y el Challenger son parte de una generación de autos con motores potentes y un estilo musculoso, que se hicieron populares hace más de cinco décadas.
Reintroducido en la década de 2000, su sensación retro y alto rendimiento dominaron a los entusiastas de los automóviles.
Los modelos 2023 rendirán homenaje a la pareja de muscle cars con siete ediciones especiales, con el regreso de varios colores históricos y una ampliación de los modelos SRT Jailbreak.
Cada una de las ediciones especiales comparten una conexión con un icónico Dodge del pasado.
En cuanto al regreso de colores históricos, estarán disponibles los colores azul B5 Blue, púrpura Plum Crazy, verde Sublime y gris Destroyer Grey. Cada modelo tendrá 14 opciones de pintura exterior.
El séptimo modelo especial será el último de su estirpe y se presentará en el SEMA Show de Las Vegas, del 1 al 4 de noviembre de 2022.
La información sobre pedidos y precios para el Dodge Charger y Challenger 2023 se anunciarán proximamente.