La relación entre el fabricante británico y el agente secreto James Bond es legendaria. Sin embargo, quizá el producto más sensacional de esta relación es el Aston Martin DB10. Un modelo diseñado exclusivamente para la película es sin duda uno de los modelos más especiales de la marca.
Aston Martin DB10 tenía la pretensión desde un inicio de evocar el poder, gracia y aspecto de un tiburón. Sus líneas súper aerodinámicas preservaron el diseño icónico de la línea DB de la marca pero con una visión totalmente diferente a cargo del diseñador Sam Holgate junto con Marek Reichman.
Sir Sam Mendes, director de la película y Barbara Broccoli, productora de la franquicia del agente 007, comentaron que este coche se trató como si fuera parte del cast. Fue finalmente revelado al público en Pinewood Studios el 4 de diciembre de 2014.
Celebrando su alianza con James Bond por más de 50 años desde la aparición del mítico DB5 en la cinta Goldfinger; Mendes, Holgate y Reichman trabajaron en el diseño de manera conjunta con el objetivo de también dar un vistazo hacia dónde la marca estaría dirigiéndose.
Hecho 100% a mano por los líderes de la marca en diseño e ingeniería, Aston Martin DB10 solamente se produjo en 10 unidades. El chasis del coche está basado en una versión modificada de la plataforma VH Generation II donde está basado el V8 Vantage.
Su motor es un 4.7 litros AJ37 V8 que podemos encontrar en el Vantage S V8. Entrega una sorprendente potencia de 430 caballos y 361 libras pie de torque en un cuerpo que pesa alrededor de 1,500 kilogramos. Esto significa una aceleración de 0-100 kilómetros por hora en 4.3 segundos y una velocidad máxima de 310 kilómetros por hora.
Al interior podemos encontrar además de una caja manual de seis velocidades, acabados totalmente premium dignos de esperar de una marca como Aston Martin. El ámbito deportivo se puede ver en los asientos exclusivos además de interiores que no encontrarás en ningún otro modelo de la firma británica.
Considerando que a pesar de que 10 unidades fueron construidas de Aston Martin DB10, 8 de ellas fueron utilizadas en la película. Las dos restantes fueron hechas con propósito promocional. Esto significa que la gran mayoría desde un inicio iban a terminar en un museo.
Sin embargo, Aston Martin planteó que una de las unidades iba a ser subastada al público general. En febrero de 2016, el resultado fue de 2.4 millones de libras esterlinas. ¡Esto quiere decir 65 millones y medio de pesos!
Por supuesto, este coche está reservado para los libros de historia y al menos que seas un magnate con un cheque sin fondo, este coche no será más que un sueño. Sin embargo, actualmente lo puedes ir a ver en el London Film Museum en Covent Garden así como en el museo de la marca también en Gran Bretaña.
Aston Martin ha entregado una serie de vehículos totalmente despampanantes a lo largo de los años. Pero queda claro que el DB10 es algo muy especial. No solamente por el limitadísimo número de unidades sino porque celebra la asociación entre James Bond y el elegante fabricante del Reino Unido. Así que sin duda alguna estaremos pendientes de qué sorpresas encontraremos en la nueva cinta No Time to Die que se estrenará el 8 de octubre de este año.
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