Grupo Chrysler LLC cambia plana en su equipo de liderazgo

Reid Bigland es nombrado Presidente y CEO de la marca de Camiones RAM. Continúa como responsable de Ventas en Estados Unidos, y como Presidente y CEO de Chrysler de Canadá. Recientemente, se desempeñaba como Presidente y CEO de la marca Dodge. Bigland llegó a Chrysler en julio de 2006 de la corporación Freightliner Custom Chassis, radicada en Carolina del Sur, E.U.

Timothy Kuniskis es nombrado Presidente y CEO de la marca Dodge. Recientemente se desempeñaba como responsable de la marca FIAT para Norteamérica. Kuniskis se unió a Chrysler en 1992 y ha ocupado una serie de importantes posiciones con responsabilidades en operaciones Financieras y de Mercadotecnia del Grupo.

Jason Stoicevich es nombrado como responsable de la marca FIAT para Norteamérica. Stoicevich mantiene su posición como Director del California Business Center. En sus 10 años de servicio para Chrysler, Stoicevich ha ganado experiencia en una variedad de asignaciones en las operaciones de los centros de negocio del Grupo.

Bruno Cattori es nombrado Presidente y CEO de Chrysler de México. Cattori se desempeñó recientemente como Director de Ventas Menudeo y Flotillas para todas las marcas de Grupo Chrysler en México, cargo con el cual continuará. Antes de reincorporarse a Grupo Chrysler a inicios de 2012, fue Presidente y CEO de Mercedes Benz-México. Cattori inició su carrera en Chrysler en 1988 y ha tenido diferentes tareas cada vez con mayor responsabilidad.

“Estos nombramientos forman parte de la estrategia de Grupo Chrysler para continuar reforzando su liderazgo en el camino para lograr nuestros objetivos de negocio.”, afirmó Sergio Marchionne, Presidente y CEO de Grupo Chrysler LLC. “Ellos son una confirmación de la capacidad de nuestro talento y de las oportunidades excepcionales que están disponibles para nuestra gente como parte de su plan de desarrollo profesional.”

ESCRITO PORRicardo Silverio

Cuenta cuentos profesional, con un especial gusto por la velocidad, y una calma innata por vivir mientras el mundo gira a prisa. De gustos extremos nacidos en el ciclismo y luego evolucionados al mundo motorizado. Aquel que puede pasar horas viajando en una carretera o un instante en las pistas de competencia, aunque viviendo, volando y dejando todo problema en el camino en mi motocicleta. De gustos particulares y enemigo de los autos aburridos que no transmitan sensaciones de manejo.