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Volkswagen anunció a principios de este año que la séptima generación del Golf será producida en su planta de automóviles ubicada en Puebla. La producción iniciará en el primer trimestre de 2014, para lo...
Volkswagen anunció a principios de este año que la séptima generación del Golf será producida en su planta de automóviles ubicada en Puebla. La producción iniciará en el primer trimestre de 2014, para lo cual los trabajos en la armadora ya comenzaron.
Con este nuevo modelo, la nueva plataforma MQB del Grupo Volkswagen se integrará a las líneas de producción de Volkswagen de México, colocando a este complejo fabril a la vanguardia en sistemas de manufactura automotriz.
Para tal efecto la marca invertirá 700 millones de dólares, destinados a la modificación de sus líneas de producción, la ampliación de algunas naves en el Segmento Poniente, así como el desarrollo de nuevos herramentales para sus proveedores.
El nuevo Golf se fabricará en el Segmento Poniente, el cual se inauguró en 2010 para ensamblar el Nuevo Jetta. En el futuro, en este segmento se podrán fabricar 700 autos por día de ambos modelos, incrementando así la capacidad instalada en 250 autos por día.
La ampliación física de la planta incluye la construcción de alrededor de 60 mil metros cuadrados de nuevas áreas productivas y 9 mil metros cuadrados para áreas logísticas.
El área de Estampado se prepara para la fabricación de 20 nuevas piezas destinadas a la carrocería del Nuevo Golf. En Construcción de Carrocerías se está edificando una nueva nave con una superficie de 49 mil metros cuadrados donde se integrará un nuevo proceso de soldadura láser.
En la nave de Pintura, se construye un nuevo marco de aplicación de cera por inmersión. En el proceso de Montaje -donde también se está construyendo una nueva nave para el ensamble del tren motriz- el mayor reto es integrar el ensamble de dos modelos en una misma línea: el Nuevo Jetta que se produce actualmente allí y el Golf VII.
Todos estos cambios se realizan en el Segmento Poniente de la armadora, donde los trabajos para edificar las nuevas naves y modificar las existentes son ya visibles. La meta es cumplir con el plazo de arranque de 1 año, sin afectar el programa de producción actual de la planta de Puebla.
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