Se requirieron seis semanas de preparación para colocar el vehículo en la cima del Empire State, edificio emblemático de Manhattan.
La empresa responsable de llevar a cabo esta ardua tarea es DST, que cuenta con la experiencia previa de haber colocado un Mustang convertible en el Empire State en 1965 – única ocasión en 83 años de historia del emblemático edificio en que un automóvil fue exhibido en su plataforma al aire libre. «Esta semana el grupo de Ford y DST se reúnen de nueva cuenta con el fin de colocar el totalmente nuevo Mustang en el Empire State y de esta manera celebrar sus 50 años a la venta,» declaró Dave Pericak, Ingeniero Jefe de Mustang. «Hemos llevado el nuevo Mustang a nuevos niveles de tecnología y refinamiento, por lo que decidimos llevarlo a nuevas alturas, literalmente, para esta celebración».
«Cuando nuestros ingenieros se reunieron con el equipo de DST para iniciar el trazado del auto a mediados de febrero, todos nos dimos cuenta que se necesita un poco de la artesanía de la vieja escuela para lograr exhibir el auto a más de 300 metros de altura sobre Manhattan,» dijo George Samulski, Gerente de Fabricación y Diseño de Ford Norteamérica. “La terraza está ubicada a muy alta altura como para lograr el traslado por medio de una grúa portátil desde la calle. Adicionalmente, la torre del edificio se eleva a más de 120 metros por encima de la estrecha cubierta haciendo que la entrega por helicóptero sea imposible.»
Tras una inspección in situ, en la que se midieron meticulosamente los ascensores y las puertas, el equipo de ingeniería ubicado en Dearborn empezó a trabajar con un modelo a escala del nuevo Mustang y comenzó a esbozar las líneas donde se realizarían los cortes. El Empire State es un hito histórico, cuyos elevadores están adornados con madera de Art Deco original y bronce, por lo cual fue crucial asegurarse que hubiera el suficiente espacio libre para maniobrar.
En esta ocasión, con el fin de prepararse, el equipo de DST trabajó con dos prototipos descapotables de Mustang. El automóvil que finalmente hizo el viaje a Nueva York se desmontó por completo y la superficie se limpió para asegurarse que todo estuviera perfecto antes de que se seccionara y pintara.
«El horario de visita de la plataforma de observación es de 8 a.m. a 2 a.m., lo cual únicamente permitía a nuestro equipo trabajar en un lapso de seis horas en el ensamblaje del auto,» agregó Pericak. «Antes de que enviáramos las cajas a Nueva York, el equipo pasó varios días practicando a contrarreloj todo el proceso».
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