Como decimos en mi rancho: Volvo anduvo en caballo de hacienda durante 2019. La estrategia planteada por parte de sus ejecutivos en el territorio nacional fue la correcta.
Como decimos en mi rancho: Volvo anduvo en caballo de hacienda durante 2019. La estrategia planteada por parte de sus ejecutivos en el territorio nacional fue la correcta. Y en un mercado, segmento, que sufrió los embates climáticos de cara a la firma del TMEC, Volvo despuntó con un crecimiento del 23.2%.
Con un cierre de año por demás espectacular, la marca comercializó 66.2% más autos en diciembre del 19 vs el 2018. Santa Claus entregó varios vikingos a nuevos y felices propietarios durante las fiestas.
Y con ello la diferencia entre los 12 meses de 2018 y los 12 de 2019 fue de 451 coches adicionales. En el lujo sólo crecieron Bentley, Land Rover y Volvo, y de estas tres la que más unidades apuntó fue la escandinava.
En principio la visión de la marca que, hace algunos años, tomó una estrategia muy propositiva a nivel internacional renovando el total de su portafolio. De 2015 a la fecha todo es nueva generación y obedece a un crecimiento inteligente en el que el auto más antiguo es la XC90, que habrá de cambiar generación pronto.
Además, XC40 debutó en un segmento en donde la marca no tenía representante: los SUV compactos del segmento B. Y por si fuera poco S60 llegó armado hasta los dientes como propuesta en los sedanes medianos.
Si tu pregunta es, ¿me compro un Volvo? Te recomiendo que vayas a un distribuidor y confirmes que la marca no es como la que recuerdas a principios del nuevo milenio. ¡Es una grata sorpresa!