Habrá quien recuerde con nostalgia los autos gigantes y con mucha lámina de antaño, sin embargo, estos no eran más seguros y los de ahora por hacerse “chicharrón” en un golpe no son plenamente...
Una de las industrias que más ha evolucionado en los últimos años es la automotriz sobre todo en aspectos de seguridad. Seguramente todavía habrá quien recuerde con nostalgia los autos gigantes y con mucha lámina de antaño, sin embargo, estos no eran más seguros y los de ahora por hacerse “chicharrón” en un golpe no son plenamente inseguros. Veamos por qué…
En esta entrega nos olvidaremos de fórmulas para dar paso a hechos cotidianos o un accidente simple como por ejemplo un alcance por atrás en un día de tránsito normal. En primer lugar el cuerpo humano no está hecho para ir a grandes velocidades.
Pero esa velocidad puede ser fácilmente alcanzada por una persona común y corriente en una bicicleta o doblarla en un sencillo scooter, por lo que tenemos que contar con la protección indicada principalmente para la cabeza y claro que ayudan elementos externos como los controles electrónicos o bolsas de aire.
Los autos de antes eran literalmente puro acero lo que les daba mucha robustez en la marcha y en un eventual choque apenas si se rayaba, pero esa estructura transfería el impacto hacia el interior causando una desaceleración que podía ser mortal ya que nuestro cuerpo (si no se tenía el cinturón de seguridad puesto, en caso de que lo tuviera) rebotaba contra el volante y posteriormente contra los elementos del auto como tablero, techo o palanca.
Esa disipación de energía en un choque ha sido todo un logro en los autos actuales ya que el chasis y carrocería se deforman de manera programada en un impacto y si bien los autos pueden literalmente desbaratarse, el habitáculo del piloto puede mantenerse casi intacto reduciendo las lesiones y si a esto se le suman bolsas de aire el resultado será más fortuito para los ocupantes.
Aunque por otra parte la mecánica y física de un accidente son muy complicadas de predecir y esto se puede ver en las pruebas de seguridad de la EuroNCAP y la Latin NCAP que por mucho tiempo tenía choques controlados de una sola forma por lo que las empresas trabajaron sobre esos golpes pero al cambiar los impactos ligeramente casi todos reprobaron y esto pasa en el día a día ya que un choque puede ser de muchas maneras y en ángulos no siempre ortodoxos.
Hemos visto muchas veces accidentes donde los autos se deshacen y el usuario sale por su propio pie con algunos raspones y por otra parte personas que se tropiezan caminando y se rompen algo, en esto interviene el mal ángulo de caída, golpe y en el caso de los autos la velocidad.
Por ello y aunque suene cansado y repetitivo debemos medir la velocidad a la que circulemos, un cuerpo de determinada masa incrementará su inercia con la velocidad y el peso también se multiplicará. Los autos del presente ya ofrecen muchos sistemas de seguridad que seguro salvan vidas pero existe algo contra lo que no puede y es la física. ¡Manejemos respetando los límites de velocidad y con mucha precaución!