Maxima llega a una nueva etapa de su vida compitiendo con todo el equipo, lujo, terminados y un manejo sobresaliente de su V6 de 300 caballos de potencia
En un segmento difícil donde los sedanes están ofreciéndolo todo para atraer clientes que se van a las camionetas, Maxima llega a una nueva etapa de su vida compitiendo con todo el equipo, lujo, terminados y un manejo sobresaliente de su V6 de 300 caballos de potencia y una transmisión que parece haber nacido para este motor, brioso como el mismo, buena nota de motor, excelente respuesta al acelerador pues anda por ahí de los 6 segundos y piquito de cero a 100 kilómetros por hora, este japonés se le pone al tú por tú a autos de mucho mayor deportividad.
Atrayendo la mirada, el diseño es, sin duda, otro de sus puntos fuertes y de lo que más le actualizaron, dejando un sedán de proporciones musculosas, pero a la vez de tamaño extendido, de líneas fuertes pero mirada deportiva, es como el atleta entrenado al que se le han marcado los músculos. Y es que, desde el frente, cofre, laterales, parte trasera, etcétera –hasta en el techo– encontrará líneas de carácter que lo separan de la competencia. Detalles como el que en el poste C donde el techo se une con la cajuela, la carrocería nunca se logra juntar, pues el aparente negro da una visión de techo flotado no lo dejan pasar desapercibido. Sin duda, mezcla deportividad y clase exterior, con gran lujo en el interior. Y sí, no tendrá que decir que trae un Maxima, su alrededor lo reconocerá, así nos pasó al usarlo por la ciudad.
El Maxima sí se ve por fuera e impresiona, por dentro se sube uno y da igual sensación de un segmento mucho mayor del imaginado. El que tocó manejar en el equipo traía vestiduras de piel capitoneadas en color claro con una gran calidad y sensación al tacto, tanto que hasta da casi “pena” tocarlas de tan finas que están, ergonomía y visibilidad total, dos memorias para el asiento del conductor y no hay talla a la cual no le vaya bien. En equipo el lujo se nota y en realidad parece ser de un segmento superior, Nissan sabe que debía ponerle lo “máximo” para ser una gran oferta, y mire cuestiones como su volante calefactable y eléctrico, asientos con acondicionamiento de frío y caliente, pantalla central, aumentando valor los asientos traseros calefactables, sus materiales de calidad en puertas y consola, así como conectividad al 100% y navegación, le dan valor a lo que se paga por este sedán.
Maxima siempre ha sido lo más alto de Nissan, con esta actualización externa e interna, le dan una nueva vida y vigor para luchar en un ambiente sumamente competido y en un mercado que migra a camionetas, reteniendo a clientes que gustan del lujo de un sedán, de la deportividad de un V6 y la comodidad del segmento. Gran ejemplar, que no deja hacer una buena decisión de compra si no se maneja para evaluarlo en la canasta del segmento, que, aunque no tiene a contrincantes como en Estados Unidos el Avalon y el Impala, sí lucha contra cuestiones como versiones altas de sedanes del tamaño o versiones del segmento de lujo alemán. En sí, por tamaño, potencia y precio, no hay mucho que comparar, quien quiere un Maxima hoy puede estar seguro de que la actualización es muy buena.
En cuanto a precio Maxima modelo 2019, inicia en 587,000 pesos en su versión Advance, le sigue el SR de 643,400 pesos y llega a los 709,100 en la versión Exclusive.