Cincuenta años después de que los cinéfilos sintieran la adrenalina de la que se considera el parámetro para generar las persecuciones de autos en el cine: Bullitt, Ford presentó la tercera versión inspirada en...
Cincuenta años después de que los cinéfilos sintieran la adrenalina de la que se considera el parámetro para generar las persecuciones de autos en el cine: Bullitt, Ford presentó la tercera versión inspirada en aquel muscle car que magnetizó las pantallas en el Auto Show de Detroit de 2018 y a finales del año pasado lo trajo a México, haciendo oficial que 150 ejemplares se venderán en los concesionarios de nuestro país, si no es que ya están sold out.
Luce diferencias sutiles con el GT, principalmente el color es Dark Highland Green, mientras que la parrilla es tipo mesh en color negro brillante. Sin embargo los cuadros ópticos y luces diurnas led no cambian. En la parte trasera se cambia el logotipo GT por la insignia de Bullitt. En el interior encontramos un clúster de 12 pulgadas totalmente digital y personalizable, mientras que la pantalla táctil permite ingresar de manera ágil al sistema de infoentrentenimiento Sync3® de última generación (compatible con Android Auto y Apple CarPlay). Me fascinó y enamoró la solución a los controles de tracción, ajuste de la dirección y selector de modos de manejo, todo ello custodiando el botón de encendido del motor.
Se basa en el Mustang GT, es decir, está propulsado por el emblemático motor Coyote: V8 aspirado de 5.0 litros acoplado a una transmisión manual de 6 relaciones. Sin embargo, el setting es diferente y mucho más agresivo, tanto que la línea roja es de 7 mil 440 revoluciones por minuto. El motor crece en potencia y alcanza los 480 hp y las 420 libras pie de torque gracias a nuevos sistemas de admisión y cuerpos de aceleración, mientras que la transmisión ha sido ajustada para mantener las revoluciones por minuto arriba y así aprovechar la potencia de esta bestia. A destacar el ajuste que se ha realizado en el escape, ya que cuando se maneja a discreción se percibe una una ligera y agradable nota de motor, pero cruzando las 5 mil vueltas la emoción se incrementa de manera sustancial. Hágalo, cambie a modo Sport y no querrá dejar de acelerar, ¡es música para los oídos!
En cuanto a la conducción el andar es progresivo, me refiero a que a bajas revoluciones el vehículo no es lo directo que uno pensaría, para nada comparado con un bloque turbo. Sin embargo la diversión inicia cuando realmente se quiere correr. La dirección es sumamente precisa y en cuestión de suspensión se puede optar por una increíble MagneRide®, que será lo bondadosa con los caminos citadinos y lo firme que se requiera cuando nos gana la adrenalina. Sí, el vehículo se puede conducir de manera diaria, tiene un espacio de cajuela lo suficientemente amplio para montar un par de maletas medianas y la fila trasera ofrece espacio para presumirlo con los amigos, no para viaje largo.