¡Tengo hambre! ¿Falta mucho? ¡Necesito hace pipí! Como mamá sabes que viajar con niños en viajes largos en automóvil puede convertirse en una pesadilla. ¡Pero hay opciones! Descubre cómo ciertas actividades y juegos dentro del automóvil pueden convertir tu viaje por carretera en una auténtica aventura.
Es importante planificar la ruta a detalle antes de hacer un viaje por carretera con niños. Para ayudar a todos a permanecer relajados, traten de evitar viajar más de 500 km en un solo día. Es posible mantener a los niños ocupados a esa distancia, sin desear nunca haber salido de casa. Además, es imprescindible tomar descansos y hacer paradas de descanso.
De ser posible, trata de evitar viajes largos al comienzo o al final de las vacaciones escolares. Los embotellamientos son molestos, (¿quién no ha padecido las filas en las casetas de cobro?). Los niños aburridos en el asiento trasero pueden convertirse rápidamente en la prueba definitiva de tu paciencia. Es mejor planificar un día extra relajado de vacaciones en casa para evitar el tráfico.
Al viajar con niños intenta salir antes del amanecer. Los niños aún estarán cansados y es probable que duerman tranquilamente durante un buen tramo, mientras que los padres pueden avanzar bien en las calles vacías. Funciona de maravilla. Y con los niños más pequeños puede aprovechar de manera similar la siesta de la tarde.
Barriga llena corazón contento. Lidiar con un niño o bebé con hambre puede ser muy difícil. Pero también es muy fácil “sobornar” a tus hijos con un poco de comida. Al viajar con niños es importante planificar los descansos a la hora de las comidas y también empacar algunos bocadillos. Por lo general, muchas frutas y verduras cortadas funcionarán bien, ¡pero no olvides algunas galletas y dulces para esos momentos críticos!
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Ni siquiera le preguntes a tus hijos si necesitan ir al baño durante un break, solo llévalos. Para estar seguros, los padres deben empacar un cambio de ropa para cada niño en una bolsa de fácil acceso. Eso también puede ser útil si el clima se vuelve más cálido o más frío de lo esperado.
Los niños se mantienen tranquilos cuando tienen algo que hacer. El equipo básico para mantenerlos ocupados incluye: papel, lápices de colores (¡sin marcadores!, para proteger tus vestiduras), libros para colorear e ilustrados. Si su estado de ánimo comienza a agriarse, tendrás que pensar en algo como canciones, historias o juegos. ¿Por qué no contar todos los automóviles rojos que ven en la carretera? O el famoso “Veo, Veo”.
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