¿Todo cambio es bueno? Una pregunta que sin duda nos cuestionamos al finalizar la 2013 y con miras al arranque de la temporada 2014, pues fue justo en este momento de trasición que ya...
¿Todo cambio es bueno? Una pregunta que sin duda nos cuestionamos al finalizar la 2013 y con miras al arranque de la temporada 2014, pues fue justo en este momento de trasición que ya conocíamos los cambios más dramáticos en el serial más importante y costoso de la automoción deportiva, pero también cuando únicamente podíamos pretender qué era lo que iba a suceder con tales modificaciones, es decir: reducción de motores, adiós ocho cilindros y bienvenidos los turbocargados de seis con sistema recuperador de energía Kers, además de las modificaciones al combustible, neumáticos y especificaciones al motor en general, aerodinámica y medidas de seguridad, es decir, se compitió en un nuevo serial, y si bien todos jugaron y aceptaron las mismas reglas, Mercedes-Benz fue el equipo que más rápido se adaptó a las mismas, poniendo un fin, o al menos en pausa el dominio ejecutado por Infiniti Red Bull Racing con Adrian Newey como genio y con Sebastian Vettel como figura.
Hoy hablamos de que la dupla Mercedes-Benz no solo dominó en cuanto a pilotos, sino en tren motriz, pues desarrolló una unidad que no solo trajo buenos rendimientos para la escudería, sino que además brindó buenas actuaciones a sus clientes en Williams, McLaren y Force India, propulsadas por este mismo motor, pero que no contaron con la eficiencia aerodinámica de Mercedes-Benz.
Asimismo, Hamilton y Vettel calentaron un frío mundial que engañó carrera a carrera al expectador con buenos resultados de Ricciardo, sin duda la revelación de la temporada, pero que jamás estuvo en posibilidades de pelear por un segundo puesto en el Mundial, apartándose del Campeón por 146 unidades, al tiempo que Red Bull estuvo 296 puntos detrás de las flechas plateadas. Hamilton consiguió entonces romper la marca de más victorias para un británico en el serial, y se colocó a un Campeonato de emular lo hecho por Jackie Stewart.
El título de pilotos fue para Mercedes-Benz luego de haberlo conseguido por última vez de manos de Juan Manuel Fangio en 1955, y se llevó el de constructores de manera impecable tras haber conseguido 16 de 19 GP´s, solo opacado por Ricciardo, ganador de tres. Tanto Checo como Esteban finalizaron la temporada «perdiendo» el duelo directo con sus respectivos compañeros de equipo, primero Nico Hulkenger quien ganó en 11 de 19 calificaciones, mientras que sumó 37 unidades más que el mexicano. Mientras Esteban firmó una temporada sin puntos, que equivaldría en este departamento a lo «dejado de hacer» por parte de su co–equipero, pero que se alzara con las mejores clasificaciones y sitios al finalizar las competencias.
Finalmente, dentro de este escenario de competencia debemos mencionar que el horizonte es poco alentador para los equipos poco poderosos, ya que los arreglos con el espectáculo de la F1 privilegian a quien llegue primero, repartiendo los más de 2 billones de dólares obtenidos por temporada entre los 10 mejores, asimismo, los históricos reciben un «cariñito» por parte de la organización, y los que han participado se llevan una cifra bastante distante a la que las armadoras grandes pueden tener acceso.
De acuerdo a un estudio el reparto aproximado entre armadoras en la temporada 2013: Red Bull y Ferrari se llevaron 300 mdd, mientras Mercedes y McLaren obtuvieron 250, 130 millones fueron para Force India, Lotus y Williams, mientras que Marussia habría obtenido 70, Caterham 60 y Sauber y Toro Rosso 10 solamente, lo que nos explica la imposibilidad para competir del tú por tú con los gigantes de la F1, justo o no, mientras la gente siga entusiasta a mirarla y a asistir a los autódromos, la Reina seguirá mandando…