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Koenigsegg Jesko es un auto de pista de alto rendimiento con alta carga aerodinámica y manejo preciso. Para lograr más eficiencia en su aceleración se necesitó una transmisión más rápida y ligera.
La nueva transmisión Koenigsegg LST está marcando un antes y un después en los megadeportivos.
No sé ustedes pero para mí, Christian von Koenigsegg es un genio y verdadero apasionado de los autos superdeportivos.
Se necesita mucho corazón e ingenio para crear una transmisión como la que hoy es parte del Koenigsegg Jesko, el más reciente ‘megacar’ de la marca sueca.
Solo para referencia: porta un motor V8 biturbo de 5.0 litros con 1280 hp en gasolina estándar y 1600 hp en biocombustible E85 (algunos mercados).
Su potente máquina está acoplada a la nueva “Transmisión Ligera de Velocidad Luz” (LST) Koenigsegg de 9 cambios, a la que le dedicaremos las siguientes líneas.
El Jesko está construido principalmente como un auto de pista de alto rendimiento con alta carga aerodinámica y un manejo más preciso. Para lograr más eficiencia en su aceleración, se necesitó una transmisión más rápida y ligera.
LST es la segunda transmisión diseñada y construida 100% internamente en Koenigsegg. Consta de embrague múltiple de nueve velocidades adelante y siete embragues multidisco húmedos en un paquete compacto y ultraligero.
Pesa 90 kilos (incluidos los fluidos) y es al menos un 50% más corta en longitud y más ligera que la anterior de doble embrague y siete velocidades; mejorando la distribución del peso.
Tiene 21 combinaciones posibles de engranajes (los engranajes están dispuestos en dos juegos de tres engranajes) y siete embragues.
Eso permite al conductor saltar a cualquier velocidad sin alterar la relación; el tiempo de cambio entre marchas contiguas oscila entre los 20 y 30 milisegundos.
La capacidad de la LST para hacer los cambios hacia arriba y hacia abajo entre marchas a una velocidad cercana a la de la luz, es gracias a la apertura y cierre simultáneos de embragues que permiten una aceleración / desaceleración totalmente fluida.
Sin embargo, lo que lleva a esta nueva transmisión Koenigsegg de impresionante a evolutivo es que estos beneficios de tiempo de cambio se aplican al cambiar entre cualquier engranaje de avance.
La transmisión está controlada por una computadora que utiliza datos del motor y la velocidad de la carretera para engranar una marcha. El conductor selecciona las marchas usando las levas de cambio detrás del volante o el selector de velocidades.
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Se completa con un modo de sobremarcha llamado «Ultimate Power on Demand» (UPOD), es el cerebro que selecciona y activa instantáneamente un engranaje óptimo para una aceleración máxima.
Es decir, está diseñado para saltar directamente a la marcha óptima siguiente, dependiendo de la entrada del usuario, en lugar de bajar o subir secuencialmente la velocidad deseada.
En las transmisiones normales, pasar de una velocidad alta a una baja se experimenta pérdida de fuerza G y una respuesta de cambio lenta; LST, gracias a su embrague múltiple y tecnología UPOD, no pierde el tiempo.
Puede pasar de la séptima velocidad a la cuarta –por poner un ejemplo– a velocidad de la luz.
El efecto es instantáneo, una potencia prolífica que siempre está optimizada y siempre disponible, lo que permite una aceleración máxima para rebases, cuartos de milla, etcétera.
La transmisión de velocidad de luz Koenigsegg (LST) representa una escala de evolución no vista desde el desarrollo de la tecnología moderna de doble embrague a principios de siglo.
El Koenigsegg LST representa una revolución en la forma en que las transmisiones de embrague múltiple conducen un vehículo.
Igualmente revolucionario es el tamaño y el peso del nuevo sistema; la minimización del peso se encuentra en el corazón de la filosofía de la marca sueca y el Koenigsegg LST no es una excepción.
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