La formación teórica y práctica de los conductores contribuye con la construcción de hábitos seguros.
La modalidad de la conducción varía según la forma de manejar del conductor, el comportamiento humano es un factor de riesgo en accidentes de tránsito.
La formación teórica y práctica de los conductores contribuye con la construcción de hábitos seguros que posibiliten una mejora social del tránsito. En este sentido es indispensable analizar las distintas características y situaciones que se pueden presentar durante la conducción.
Entonces llegan dos modalidades de la conducción, ¿ustedes a cuál pertenecen?, dependiendo de cuál sea, podría aumentar o disminuir el riesgo en el tránsito.
Te puede interesar: Señalamientos de tránsito poco comunes
En esta modalidad, se considera que una persona sabe conducir cuando evidencia que conoce los procedimientos y técnicas; mismas que le permiten dominar el vehículo y conducirlo. En este caso, se tiene en cuenta la relación de dominio que el conductor tiene sobre el vehículo.
A diferencia del caso anterior, en esta modalidad no sólo se debe demostrar que se tiene conocimiento de los procedimientos para manejar el vehículo y que lo domina, sino que además el conductor debe demostrar que tiene una conciencia de cuidado.
Es decir que no es suficiente saber conducir el vehículo, sino que el conductor debe mostrar que es consciente de los riesgos que surgen del tránsito en la comunidad. Esta modalidad de conducción resalta la importancia de la relación conductor – comunidad; quien conduce es consciente de que su conducta aumenta o disminuye el riesgo en la comunidad, y por lo tanto, cuando maneja lo hace con el debido cuidado.
Síguenos en Twitter