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Los cinturones de seguridad por normatividad deben montarlos todos los autos nuevos que sean comercializados en nuestro país
Desde hace algunos años, por normatividad, todos los autos nuevos que sean comercializados en nuestro país deben tener cinturones de seguridad.
En la Ciudad de México no utilizarlo te puede hacer acreedor a una sanción que va de los 422.45 a los 844.90 pesos y un punto de penalización de la licencia.
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Su objetivo primordial es sujetar a los ocupantes que viajan a la misma velocidad del auto y que en caso de colisión, éstos los mantengan sujetados en su asiento. Además de que los cinturones de seguridad minimizan las heridas en una colisión, impidiendo que el pasajero se golpee con los elementos duros del interior del habitáculo o contra las personas en la fila del asientos delanteros, y que sea arrojado fuera del vehículo.
Sus orígenes datan de la década de 1930, cuando los cinturones de seguridad se comenzaron a utilizar en las aeronaves, para que, posteriormente fueran montados en los autos. Los primeros cinturones acoplados en fábrica se ofrecieron como opción en algunos autos Ford de 1956, dentro del paquete de seguridad «SafeGuard». Robert McNamara fue el directivo de Ford que impulsó el montaje de los cinturones, así como otras medidas de seguridad tales como los tableros acolchonados.
El primero montado de serie como equipamiento estándar en vehículos de producción masiva se ensambló en el Volvo modelo Amazon de 1959. Este vehículo ya llevaba un cinturón de tres puntos.
Fue el ingeniero de esta firma sueca, Nils Bohlin, quien inventó el cinturón de tres puntos, el mismo que se convertiría en la norma prácticamente universal para automóviles de calle. Volvo liberó la patente, para que todos los demás fabricantes pudiesen copiar el diseño.
