Basta con escribir el nombre para describirlo en la mente, se sabe que las 24 Horas de Le Mans son legendarias, no solo por el nivel de competencia, el circuito en el que se corre y la historia que presume, sino también por las tecnologías e innovaciones que se presumen hacia las calles, es decir, que mudan su lugar de “residencia” a los bólidos comerciales que manejamos o que miramos pasar al lado de nosotros durante nuestros desplazamientos cotidianos.
Una de las ciudades más reconocidas dentro del mundo del automovilismo deportivo, provee una historia que va mucho más allá del espíritu racing. Siempre competitiva, la comuna Le Mans, Francia, ha sufrido invasiones bárbaras; se ha amurallado ante éstas, fue cristianizada por San Julián y fue territorio de violentas disputas feudales. Sin embargo, el desarrollo de la cultura, los textiles y la artesanía sacedieron a la par de su historia y, hacia 1840, Erns Sylvain Bollée fundo varias empresas en las cuales su hijo –Amédée– desarrollo numerosos automóviles de vapor comenzando en 1873, y más tarde construyó su primer vehículo a combustible (1887), que posteriormente daría como resultado la creación de una empresa de automóviles que funcionó hasta 1930.
Durante la primer década del siglo XX, Georges Durand fundó el Automobile Club de la Sarthe, que se convirtió en el Automobile Club del Oeste y organizó el primer gran premio en 1911, antecesor de la carrera que al día de hoy sigue robando nuestra atención a lo largo de sus 24 horas de duración: 24 Heures du Mans.
Organizada por Automobile Club de l´Ouest, ha sido puntuable para el Campeonato Mundial de Resistencia entre 1950 y 1990, y –nuevamente– a partir del 2010 -hasta la fecha. Pilotos y gente del automovilismo, consideran a esta prueba la más prestigiosa y dura competición automovilística, y –también– la más difícil de ganar. Reúne diferentes equipos del Campeonato y cuenta en sus libros con un número de 50 participantes por edición, que compiten en clases diferentes como Sport Prototipos y Gran Turismos. El ganador será aquél equipo que cubra la mayor distancia durante las 24 horas de competencia, iniciando –regularmente– un sábado de junio en punto de las 16:00 horas. Este 2018, la carrera iniciará el sábado 16 de junio y culminará 24 horas después, el domingo 17.
Se desarrolla en el circuito de la Sarthe, pista no permanente que incluye carreteras locales y el circuito permanente Bugatti (boxes y primera curva) así como el tradicional puente Dunlop. Su trazado ha sido modificado en diversas ocasiones, actualmente se corren 13,629 metros de recorrido, que incluyen parte del circuito Bugatti y las famosas curvas Porsche, ideadas para sustituir a la peligrosa sección Maison Blanche.
La velocidad punta es es un parámetro crítico en Le Mans de cara a la competitividad. Esto condujo a diseños especiales de chasis. Del mismo modo las grandes frenadas también contribuyeron al avance de la tecnología de frenos; en 1953, el Jaguar XK 120 o C-Type y su sucesor el D-Type, fueron los primeros coches que utilizaron frenos de disco.
La excepcional recta del circuito hizo que los coches alcanzaran grandes velocidades. En 1971, un Porsche 917 LH fue cronometrado a 386 km/h. Durante los años 1970, las velocidades punta se redujeron al introducirse nuevas regulaciones que obligaron a la reducción del tamaño y potencia de los motores.
Esto hizo que los ingenieros se centraran en la evolución aerodinámica, lo que derivó en un nuevo aumento de la velocidad de los vehículos. Las altas velocidades a las que se circula por la recta Mulsanne requieren también una intensa iluminación en la parte nocturna de la prueba. Esto llevó a Porsche y Ford al empleo de nuevos faros de halógeno por primera vez en Le Mans en 1974. A finales de los años 1980, los coches más rápidos volvieron a alcanzar velocidades impresionantes, como en1988, cuando el Peugeot WM P87 conducido por Roger Dorchy alcanzó los 405 km/h en carrera. Este resultado no está considerado, por lo general, significativo, pues el coche estaba especialmente configurado para alcanzar grandes velocidades y el motor no aguantó demasiadas vueltas. Pero al año siguiente, un Sauber Mercedes C9 supero los 400 km/h, esta vez sin ninguna configuración especial, y el A.C.O. consideró que era momento de incrementar la seguridad de nuevo. Por ello, se añadieron dos nuevas chicanas en el circuito para reducir las velocidades punta.
Han evolucionado con el paso de los años, no obstante, en los últimos años se les divide en cuatro: LMP1 (Le Mans Prototipo 1), LMP2 (Le Mans Prototipo 1), GTE Pro (Gran Turismo Endurance Profesional), y GTE Am (Gran Turismo Endurance Amateur).
LMP1
En el primer apartado está destinado a prototipos cerrados cuyas dimensiones se limitan en altura a 1.050 milímetros, una longitud máxima de 4.650 mm, una anchura máxima de 1.900 mm. El peso mínimo del coche son 870 kilogramos. El tamaño máximo del depósito de combustible es de 68,3 litros para los coches de gasolina, y de 54,2 para los diésel. Estos ejemplares híbridos están limitados a dos los generadores energéticos que pueden recuperar energía del coche (sea térmica o cinética), mientras que no pone límite a la cantidad de motores encargados de emplear la energía recuperada en volver a impulsar el coche.
LMP2
Se utilizan chasis muy similares a los prototipos de la primera categoría, no obstante la construcción se regula bajo un costo establecido, por o que son vehículos más económicos que los de la primera categoría. Los coches pesan un mínimo de 900 kilos, y pueden emplear motores atmosféricos de cinco litros de gasolina, o sobrealimentados por turbo de 3,2 litros.
GTE Pro
En la historia de las 24 Horas de Le Mans se inició como una carrera de coches matriculables de Gran Turismo, y la categoría GTE Pro busca mantener esa conexión con los concesionarios. Está reservada a coches de Gran Turismo homologados bajo las regulaciones GTE, que vienen a ser casi idénticas a las de la FIA GT2. Son coches derivados de calle, pero ampliamente modificados para competir. El coche ha de pesar 1 mil 245 kilos, contar con un depósito de combustible de 90 litros, medir menos de 4,8 metros de largo, y contar con dos puertas.
GTE AM
Es una categoría pensada para ensalzar el espectáculo y permitir que pilotos no profesionales se sumen a la competencia. Para seleccionar a los pilotos, se utilizan los resultados deportivos históricos, a fin de no incluir pilotos de gran talante dentro de esta prueba. La diferenciación está en la pericia, pues se emplean los mismos autos que en la GTE Pro, pero de año o años anteriores a fin de reducir los costos.
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