La minivan fue la salvación y hasta el objeto de deseo más codiciado de todas nuestras mamás en la década de los 90. Nada de esto hubiera sido posible sin Dodge Caravan que junto con Chrysler y Plymouth, desarrollaron la unión conceptual entre el amplio espacio de una camioneta y la comodidad de un sedán.
Aunque su fecha de lanzamiento oficial fue en noviembre de 1983, los diseños de este nuevo vehículo se remontaban a 1977 y algunos dicen que todavía más atrás. Pero lo realmente curioso de nuestra entrega de #ViernesVintage es que nuestra historia comienza en manos completamente inesperadas.
Hal Sperlich, un arquitecto y Lee Iacocca, un ejecutivo y hombre de negocios, son las dos figuras a las que se les da el crédito por el nacimiento de la primera minivan, Dodge Caravan. Eso sí, había un pequeño detalle: los dos trabajaban para Ford en ese momento.
Las pláticas para un concepto automotriz nuevo habían comenzado. El objetivo era desarrollar una visión nueva a la practicidad y diseño del ya existente station wagon. Para ello, se designaron una serie de condiciones indispensables a tomar en cuenta.
Número uno. La minivan tenía que caber en un garage típico familiar. No sólo eso, también era necesario que no ocupara más allá de un sólo espacio en la cochera con la idea de no evitar una posible segunda venta automotriz al consumidor.
Número dos. La camioneta tenía que manejarse con la misma comodidad que la de un automóvil tradicional. Las camionetas y SUV’s que estaban en el mercado contaban generalmente con tracción a las 4 ruedas. Esto usualmente significaba sacrificar algo de confort, sobre todo en los asientos traseros donde iban los niños. Era prioridad de este coche preservar el buen manejo de un sedán y al mismo tiempo sin vibración ni ruido en la cabina.
Número tres. El piso del vehículo forzosamente tendría que estar a una baja altura. Naturalmente, ya se sabía la dificultad para los niños pequeños de subirse a camionetas o pickups con suspensiones altas. Las familias eran prioridad para este nuevo segmento entonces la carrocería se diseñaría a partir de esta condición.
Y número cuatro. Los asientos tenían que ser removibles. Es decir, el espacio trasero tenía que ser capaz de acomodar objetos que simplemente no cabían en coupés o sedanes tradicionales. La cuestión práctica iba a ser la ventaja a otorgar para los consumidores además de un vehículo verdaderamente familiar.
La nueva super station wagon fue rechazada en Ford debido a conflictos internos. Por azares del destino tanto Sperlich como Iacocca serían recibidos por Chrysler Corporation más adelante donde aprobarían lo que sería la primera Dodge Caravan. Ahora, este vehículo es uno de los modelos más icónicos del grupo ahora llamado FCA. ¿Cómo sucedería?
Primero que nada, Caravan sería lanzada a la par junto con las otras marcas del grupo bajo los nombres Plymouth Voyager y la más conocida en México la Chrysler Voyager. Los modelos serían idénticos a excepción del logotipo que portaban en el cofre.
Para los interiores e instrumentos de la cabina, el grupo utilizaría la plataforma Chrysler K. Esto significaba además una carrocería para la línea estándar de 5 pasajeros en dos filas de asientos. Sin embargo, la versión más equipada llamada LE contaba con la opción de 7 pasajeros en tres filas.
Una de las particularidades más icónicas del modelo estaba en sus puertas. Se introdujo para los asientos traseros una sola puerta deslizable del lado derecho del vehículo. La idea era tener más espacio para que los niños entraran y tener facilidades en lugares confinados como estacionamientos.
¿Pero por qué solamente del lado derecho? La idea era acostumbrar a los niños cuando su mamá los fuera a recoger a la escuela de tener acceso solamente del lado donde estaba la acera. Al evitarles dar la vuelta para entrar en el lado del piloto, donde se encuentra todo el tráfico, habrían menos posibilidades de un accidente.
Aunque la transmisión manual de 5 velocidades era la estándar para el modelo, se ofreció también una automática de 3 o 4 velocidades dependiendo de la versión. Incluso más adelante, a mitades de 1987 y con varios años en el mercado, se adaptó un motor de Mitsubishi con 3.0 litros V6 que producía hasta 136 HP.
El primer experimento de Dodge Caravan fue un éxito, abriéndole las puertas a una nueva generación en 1991. Como otros coches que hemos visto en esta sección, aunque heredó el chasís de la generación pasada, Caravan poco compartía con el modelo anterior. Solamente las puertas y los paneles del cuerpo se mantuvieron.
Caravan nuevamente salió con sus modelos gemelos de Voyager en Plymouth y Chrysler. Pero esta vez para distinguirlos, los modelos recibían una cubierta en las llantas diferente además de una línea en cromo para Caravan en la parrilla.
Al interior, un rediseño sustancial se llevó a cabo para cumplir con las expectativas del gobierno norteamericano. Esto significaba una bolsa de aire para el pasajero así como un cambio casi total en la consola central. Debido a la declinante popularidad de los insertos en madera, estos fueron abandonados por unos ya sean monocromáticos o bitono dependiendo la versión.
Los frenos ABS y una transmisión AWD fueron incluidos como opción y para su motorizaciones, solamente el motor turbocargado en línea de 2.5 litros de 150 caballos de fuerza fue descontinuado. El resto, se adaptó de la línea existente de 1994 más uno de 3.8 litros V6 que llegaba a producir hasta 162 HP.
La tercera fase de Dodge Caravan es quizá su versión más identificable y sin duda la más premiada de todas. Su rediseño se comenzaría a trabajar desde 1990, cinco años antes de salir al mercado. Equipada con la plataforma Chrysler S y llena de innovaciones, esta versión nos sorprendería a todos.
El primer y más notable cambio fue que se adaptaría como opción (más tarde se volvería estándar) una puerta deslizable trasera pero esta vez del lado del conductor. Después de todo, un coche que apuntaba a ser práctico no le ayudaba el que sólo se pudiera abrir sus puertas de un sólo lado.
Lo siguiente fue la nueva forma de doblar y remover los asientos traseros que la marca llamó Easy Out Roller Seats. Con la introducción de una manija y un seguro en la parte trasera de los asientos para facilitar su manipulación, se reemplazó el confuso y duro sistema de empujar/levantar que tenía el modelo pasado.
Los motores comenzaron en un 2.4 litros de 4 cilindros hasta un V6 que llegaba hasta los 3.8 litros. Con estos motores y aditamentos de seguridad, la Dodge Caravan junto con sus modelos gemelos fueron un éxito rotundo, recibiendo el premio North American Car of the Year y muchos más galardones del mundo motor.
Los cambios habían funcionado. La grandiosa imagen que construyó Caravan continuaría dentro del grupo hasta el final de su producción en 2007 en América del Norte donde FCA privilegiaría los nombres Town and Country y Pacifica para asociar en el sector minivan.
Sin embargo, la “mamaván” que todos conocemos, la campeona como mejor vehículo en Estados Unidos y el coche familiar por excelencia lo asociamos a un solo nombre. Dodge Caravan.
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