Si quieres ahorrarte una visita al mecánico o una ida a la agencia porque se te fundió un faro del auto, puedes seguir leyendo.
La iluminación es uno de los puntos más importantes en nuestro vehículo, y de la que debemos estar más al pendiente. Un faro se te puede fundir por pasar bruscamente un bache, porque le entró agua, o simplemente por desgaste y uso. Cualquiera que sea el motivo, cuando esto suceda, debes cambiarlo lo más pronto posible; no arriesgar tu seguridad y evitar multas.
Si te consideras el señor cositas –o señora– que le gusta arreglar todo en casa para ahorrar dinero y tiempo, estos consejos para cambiar el faro de tu auto te pueden ser de utilidad.
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Cambiar un faro fundido no es complicado, primero que nada nunca olvides revisar y leer el manual del vehículo; después, debes abrir el cofre y retirar todas las conexiones de la lámpara. Evita a toda costa tocar el vidrio para que no haya fallas prematuras, también, usa grasa especial que puedes adquirir en tiendas para una conexión resistente a la intemperie en todos los enchufes y terminales.
Una vez ajustada la carcasa, reinstala todo el cableado y prueba encendiendo y apagando las luces para verificar que todo funcione bien. Hazlo con paciencia y dedicación y todo quedará correctamente en su lugar.
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