En este próximo #DíaDelPadre, debemos recordar que generalmente es el papá quien nos enseña a manejar, pero también el que compra el primer vehículo que manejaremos cuando ingresamos a la Universidad, o al menos el que dará la cara por la multas que hay que pagar en nuestros primeros años de “pilotos urbanos”.
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Pero ¿qué pasa cuando papá ya no se hace responsable de un tremendo vago de 25? Resulta que a dos años de haber iniciado a trabajar, ganar el dinero propio y de querer cambiar el modelo 2003 que ya marca 185 mil kilómetros de fiestas, viajes a Acapulco y dos o tres historias de amor, no es tarea fácil, mucho menos tomando en cuenta que los salarios están tan bajos, la renta tan alta y la gasolina tan volátil.
Entonces daremos cinco breves consejos para la adquisición de su primer vehículo, y comenzaremos con…
Presupuesto: si tenemos una base de cuánto dinero podemos gastar será más fácil atinarle al vehículo ideal para nosotros, es decir, no se endeude con un auto premium si su trabajo no le dejará el suficiente recurso para: pagar el coche, los restaurantes y el cine, la renta de la casa con sus servicios, la vacación y el ahorro, por favor no firme el documento que lo obligará a pagar durante 60 meses un interés que se le va a las nubes, más en el tiempo que se vive y cuando un día tenemos cierta seguridad económica y a los tres meses la empresa mudó su residencia por así convenir a sus intereses. No queremos que se “endrogue” con una deuda que meterá presión a su bolsillo y lejos de disfrutar de los asientos de piel, se arrancará los cabellos cuando vea la factura del servicio y tenga que dejarlo con 7 mil kilómetros solo para regresar al transporte público, puesto que dio su modelo pasado como enganche y su vehículo nuevo una vez salido de la agencia, ningún mortal se lo comprará en el precio que usted lo adquirió.
Oportunidad: mencionábamos el párrafo anterior con negritas porque es aquí, precisamente en donde entra el otro tip, y es que algunos ahorcados por deudas o a razón del comportamiento del cliente premium gustan de tirar su dinero, cansarse del vehículo y dejarlo a alguna financiera de autos usados. En este tipo de negocio usted debe tener en cuenta dos cosas, primero su conocimiento de mecánica y en segundo lugar el tamaño de su bolsillo. Es muy fácil calentarse y comprar el coche que en precio de lista aparece en 600 mil pesos y con módicos 40 mil kilómetros lo venden en 400 mil MXN. Pruebe el vehículo, pida certificado y garantía, cuente con un asesor que determine el estado de las llantas y absorba un gasto financiado con mensualidades que no sean tan agresivas. Se puede hacer de un muy buen vehículo si así lo desea, pero deberá poner atención al tipo de dueño anterior, sus hábitos de conducción y el servicio que le dio al mismo, además de no aceptar jamás recibir un coche con factura de aseguradora, pues quién sabe si el piloto anterior manejó borracho, se volcó y tuvieron que modificarle al auto: chasis, carrocería y suspensión, es decir, el coche es inseguro y no resistirá otro impacto, o quizá ni 10 mil kilómetros o un año de uso adicional.
Tamaño: es muy sencillo pensar en un Hummer porque siempre le encantó, pero ¿en realidad va a utilizar el espacio interior?Si su trabajo está en La Condesa, ¿encontrará estacionamiento? Si el techo de su garaje no permite vehículos de más de 1.70 m de altura, podrá meterlo a guardar o lo exhibirá afuera de su domicilio para que le roben los enormes tapones, le quiten las llantas etc. Por otro lado, tiene usted una predilección por el Mini, pero mide 1.95 m porque sus papás son alemanes o su mamá lo retacó de vegetales cuando niño, no adquiera un vehículo que en dos cuadras le de dolor de espalda. Tome en cuenta sus necesidades antes de tomar la decisión, piense si ocupará el vehículo para trayectos largos, cortos y si podrá absorber costos adicionales como gasolina, neumáticos, suspensiones, servicios, quiroprácticos etc.
Geografía: éste tema para los capitalinos es fundamental, y no es que uno tenga nada en contra de algunas armadoras europeas, pero el Distrito Federal está situado a 2,421 metros sobre el nivel del mar, lo que hará que un vehículo de motor pequeñito con transmisión automática sufra demasiado en los trayectos cotidianos. Es muy cierto que la velocidad promedio en la ciudad es para morirse de risa, pero no siempre se queda uno estacionado en el tráfico y, cuando trate de sacar el vehículo a carretera, digamos Cuernavaca, su compacto irá a 60 km por hora “en tercera” haciendo ruido de licuadora parisina, hasta una “Estaquitas” podrá indicarle con la direccional que es hora de aburrirse en el carril de baja junto al tractocamión cargado de gallinas y cerdos. Igualmente, el terreno es sumamente importante para el cuidado de la suspensión, los rines y las llantas, y es que dígame usted capitalino, si no ha visto cómo los automóviles medianos o chicos sufren cada que se pasa por un –nada común– bache de la Ciudad de México, bueno, yo solamente expongo que tendrá problemas al seleccionar este tipo de vehículo.
Hábitos de manejo y estilo de vida del conductor: finalmente debemos mencionar que si a usted le encanta la estética de un muscle car, no tiene problemas de solvencia económica, pero lo maneja siempre a 40 kilómetros en periférico, lo invitamos sinceramente a regalarnos 4 de los 8 cilindros que presume su vehículo. Pero si lo que usted busca es manejar seguro, no pagar mucho mantenimiento y vender su unidad a los dos años con un valor no tan castigado de reventa, podrá conseguirse un japonés –de esos– que no se devalúan tanto y que, a pesar de ser aburridísimos, usted jamás notará la diferencia y sentirá que trae “la nave” que todos quieren.
Igualmente le mencionamos un dato importante que el piloto frustrado recién salido de la Universidad Iberoamericana, que trabaja para la empresa familiar y que se casó antes de la graduación deberá tomar en cuenta: no se compre un Porsche 911 si su mujer de 22 años espera trillizos, mejor considere una Cayenne o algún otro SUV y asuma el papel que le corresponde, no se gaste el dinero que forjaron sus abuelos, o en el caso de la mujer que cuenta con dos nanas para su trío de escuincles, desea salir con las amigas de compras sin que el microbús de la ruta correspondiente le falte al respeto, no adquiera una serie F de Ford, mejor hágase presente y feliz con una Mamá Van con espacio para seis “amiguis” y “hartas” bolsas de Chanel, le aseguro que este perfil es el que más cuidan los choferes hoy en día.