Te proporcionamos los más audaces consejos para manejar rápido, pero no te confundas, no deseamos que lo hagas, sino que sepas cómo hacerlo.
Por favor, no intentes esto en casa…
Te proporcionamos los más audaces consejos para manejar rápido, pero no te confundas, no deseamos que lo hagas, sino que sepas cómo hacerlo.
En primer lugar debemos considerar si la persona que está leyendo en estos momentos tiene experiencia al volante, en caso de que no, por favor regresa a la frase en negritas del primer párrafo. Si ya tienes experiencia, arranquemos con los tips propuestos:
1. Conoce el estado del vehículo y sus capacidades dinámicas, es decir, no intentes llevar al límite un smart en carretera, ¿por qué? Claro que es seguro, claro que soporta varios tests de impacto, pero hay que tomar en cuenta que la finalidad de este vehículo es la movilidad y practicidad de espacios, así como el ahorro de combustible y manejo citadino. A simple vista, y por cuestión de física elemental, su altura, la dimensión de sus neumáticos etc, podrán convertirlo en un blanco fácil si un tractocamión con doble semirremolque vira hacia la izquierda y por un descuido no lo ve; una jugada “not very smart”. Ahora que ya evaluó hasta dónde llega su vehículo para manejarlo de forma segura, por favor ajuste su cinturón, consulte, si es que va a salir a carretera, los aspectos básicos como: niveles, estado de los frenos y las llantas, todo ello para disfrutar de un manejo responsable.
2. Conoce tus capacidades como piloto. Lo menciono en este orden porque si bien es cierto el piloto puede ser el as del volante en un camino abierto, si su automotor dista mucho de ser un bólido de altas prestaciones, entonces se forza al vehículo a dar lo que no puede, ocasionando un accidente. Sí, por muy Senna, Schumacher o Prost que creas ser detrás del volante. Ahora bien, si usted está detrás de un BMW M5, Cayman, o Focus ST (por decir algo), pues te divertirás como los grandes, siempre y cuando no traspases la delgada línea entre, «¡qué control tengo en la curva!» y… «¡Se me pasó la frenada y encontré el muro!» No compres un auto que no puedas dominar, toma cursos de manejo y nunca arriesgues de más en escenarios no controlados.
3. Revisa tu entorno, si bien el auto anda como ninguno que hayas probado y ya cursaste algunos test-drives en pista, todo piloto sabe que debe mirar el asfalto con respeto, guardar en la memoria rutas de escape etc, a fin de llevar al auto al límite de lo posible sin poner en riesgo las resistencias de la adherencia, chasis, curva, capacidad de frenado y distancia contra el coche de adelante o detrás. La atención en todo momento podrá salvarte la vida.
4. Mantén una posición y postura adecuada desde el momento que subes al auto es primordial. Como ensayo debemos mencionar que, sentado en posición totalmente recta, su muñeca debe centrar el volante con sólo extender el brazo, no estirarlo ni acercarse a hacerlo; ajusta también los espejos y, si maneja un automático, coloque su pie en el falso pedal para sentir el recorrido del vehículo y el chasis. No maneje como con el asiento reclinado por completo, no pierdas de vista los espejos y tampoco conduzcas con lentes oscuros en condiciones de poca luz. Por favor, evita sentirte “Schumi” sobretodo cuando estés alcoholizado.
5. Manejo en condiciones especiales, y claro, pues no es lo mismo trazar una curva con la adherencia de una pista limpia y en condiciones idóneas, que hacerlo cuando el asfalto está sucio, con baches o –inclusive– mojado; no será igual manejar en lluvia. No olvides reconocer la distancia a la cual se encuentran los objetos y haz un cálculo simple, mental. Lee un objeto en el horizonte, y comprueba si los frenos alcanzarán a librarlo de un impacto total en seco, y ahora imagínalo en mojado con siete vehículos detrás del tuyo que pueden no haberse enterado de que al frente existe una reducción de carriles. Suena peligroso ¿no? Lo es, por lo que nuestro mejor consejo es #ManejaConPrecaución.