Dicho bloque, acoplado a una caja conocida como Doppelkupplung (PDK), permite realizar los cambios del motor de manera casi imperceptible, al tiempo de minimizar la distancia entre las velocidades y maximizar el flujo de combustible por inyección directa, lo que ayuda a reducir las emisiones contaminantes hasta en un 15%. Fiel a su herencia, se presenta en posición trasera, cuenta con 3799 cm³ y 6 cilindros, datos que entregan una, podríamos decir sorprendente, pero Porsche a eso se dedica, a exprimir motores y rendimientos: 350 kW (475 caballos) y 440 Nm apenas superando las 6000 rpm, su compresión es de 12,9:1 y sus emisiones de apenas 289 CO2 por kilómetro.
Y si hablamos de la velocidad tope, agárrese, porque podrá alcanzar fácilmente los 315 kilómetros por hora. Claro que esta información no nos sienta muy bien debido a las pistas urbanas de la Capital Mexicana o de cualquier territorio geográfico –“asfaltado”– nacional, pero hoy que estamos en pista, podemos darnos el lujo de ser generosos con el pie derecho y presionarlo ¡A fondo!
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