El segmento de los vehículos utilitarios está creciendo a pasos agigantados en nuestro país, por esta razón las diferentes firmas automotrices que cuentan en sus portafolios de productos con este tipo de transportes han redoblado esfuerzos, para conseguir la mayor rebanada del pastel de este nicho de mercado en México. Peugeot no es la excepción a la regla y con su revitalizada Partner está lista para dar la batalla.
Son cuatro versiones de este auto las que ya están en los pisos de venta de la firma francesa, los cuales se dividen en dos categorías: pasajeros y de trabajo, es decir, este último cuenta con una caja de carga para cumplir con la misión de transportar un peso de hasta 850 kilos.
Todos los modelos de Partner cuentan con un eficiente motor turbo diesel que entrega 90 caballos de potencia y un empuje de 215 Nm, el cual está acoplado a una transmisión manual de cinco velocidades. La promesa del rendimiento que caracteriza a los propulsores diesel es su carta fuerte y éste brinda un rendimiento promedio de 19 km/l.
El rango de precios va de los $241, 900 a los $285,900 en la Partner Tepee (pasajeros) mientras que los modelos con caja de carga van de los $219,900 a los $238,900.
El as bajo la manga del Partner es la versatilidad que ofrece ambos modelos, toda vez que, por ejemplo, el modelo de pasajeros cuenta con asientos abatibles que permiten tener un auto de trabajo y familiar al mismo tiempo.
Desde luego, nosotros no íbamos a quedarnos con lo citado en la ficha técnica y tras una escala en el Centro de Refacciones de Peugeot en Toluca, nos dirigimos a Ixtapan de la Sal. El mal asfaltado de los caminos que distinguen a nuestro país serían los sinodales perfectos para ver el comportamiento de este nuevo Partner.
Visualmente este vehículo presume de una actualización notable, con una fascia frontal más robusta; un cofre reducido, faros rediseñados ahora con luz LED que actualizan su mirada, además de brindarle un look muy actual.
Durante el camino el motor diesel mostró lo mejor de sí, con una aceleración vigorosa y un empuje notable que no perdió el aplomo en ningún momento, mientras que su transmisión entregó de forma eficiente la potencia.
Su suspensión nos permitió retar las imperfecciones del asfalto sin rompernos la espalda, mientras que la precisión de su dirección nos dio la confianza de tomar los caminos sinuosos a un buen ritmo y velocidad. El reparto de pesos con los que cuenta este francés se traduce en una buena estabilidad y una sensación de manejo seguro.
El veredicto es que este auto cumple con lo que se espera de un auto ideal para el transporte de mercancías, además de ofrecer la posibilidad de convertirse en un familiar con capacidad de transportar hasta siete personas cómodamente.
Dentro de los aspectos que nos habría gustado encontrar está un sistema de audio, en la versión de trabajo, para hacer más amena la jornada laboral ya que en la versión de entrada, que fue la que pusimos a prueba, éste brilló por su ausencia, pero es fácil resolverlo sin invertir demasiado.
Sus rivales son pocos, pero competitivo en ellos está el Renault Kangoo y el Volkswagen Caddy.
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