Lando Norris se impuso en una electrizante batalla interna en McLaren para conquistar el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, logrando su quinta victoria del año tras contener los ataques de su compañero Oscar Piastri en las vueltas finales.
A pesar de una salida complicada en la que perdió posiciones, Norris apostó por una estrategia de una sola parada que resultó clave para alzarse con la victoria. Con este triunfo, el británico recorta distancias en la clasificación de pilotos, acercándose peligrosamente a Piastri.
El australiano, por su parte, tuvo que conformarse con el segundo puesto, perjudicado por una estrategia de dos paradas que no rindió frutos. Aun así, McLaren celebró un doblete que confirma su dominio en esta parte de la temporada.
George Russell completó el podio tras aprovechar la caída de rendimiento de Charles Leclerc, quien partió desde la pole pero no logró contener a los McLaren ni mantener el ritmo en la segunda mitad de la carrera.
La carrera comenzó con Leclerc liderando cómodamente en la curva 1, mientras Norris caía ante Russell y Alonso tras un intento fallido de superar a Piastri. Detrás, la parrilla se mezclaba con adelantamientos y estrategias diversas: algunos pilotos como Gasly y Hamilton eligieron neumáticos duros, mientras que otros como Sainz y Albon optaron por los blandos.
Norris comenzó a recuperar terreno rápidamente, mientras Verstappen, que había perdido posiciones al inicio, empezó a avanzar con ritmo firme. La carrera vio una serie de paradas tempranas, incluyendo la de Hulkenberg, que cambió neumáticos duros por medios.
Ferrari y McLaren entraron en la pelea táctica con Leclerc y Piastri alternando paradas. El equipo británico se arriesgó con Norris manteniéndolo en pista con medios hasta pasado el ecuador de la carrera, buscando ganar terreno con una sola detención.
Con la carrera avanzada, Leclerc y Piastri se enfrentaron directamente, pero el McLaren superó al Ferrari con relativa facilidad, colocándose segundo detrás de Norris. La diferencia entre los dos autos de Woking se fue reduciendo peligrosamente a medida que se acercaba el final, mientras Leclerc, frustrado, perdía rendimiento y eventualmente su lugar en el podio ante Russell.
En las últimas vueltas, Piastri presionó al máximo a su compañero, entrando en zona de DRS y buscando el sobrepaso. A pesar de su insistencia, no logró concretar la maniobra y un pequeño error en la penúltima vuelta le dio a Norris el margen necesario para asegurar el triunfo.
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