La prueba del tiempo (otros le llaman efecto Lindy) es la mejor manera de distinguir una obra grandiosa y legendaria de una simple moda. Jeep CJ, el vehículo utilitario más famoso de todos los tiempos, es el ejemplo perfecto de un automóvil que jamás necesitó de cambios radicales para sobrevivir.
Porque con sus virtudes y sus defectos, es el coche que nunca va a necesitar ser nada más. Wow, esto suena a amor verdadero. Quizá lo es. Este #ViernesVintage nos toca hablar del primer antecedente del actual Wrangler y uno de los coches que vino a cambiar la historia automotriz para siempre.
Como seguramente ya saben, Jeep CJ tiene su antecedente en su versión Willys, el vehículo utilizado por el ejército de Estados Unidos en los teatros de guerra europeos, africanos y asiáticos de la Segunda Guerra Mundial.
Para 1944, con la guerra lentamente aproximándose cada día a su fin, el fabricante norteamericano se vio obligado a considerar seriamente su producción en masa. De aquí, se adoptan las siglas CJ que daban paso al Civilian Jeep.
En 1945, surge la primera iteración del Jeep CJ. Consistiendo en el diseño que todos ya conocemos, se trataba de un carro con propósito principalmente utilitario. No tenía puertas ni techo, contaba con ejes rígidos, estaba compuesto de muy pocas partes y utilizaba un sistema de tracción a las cuatro ruedas pero que actuaba a tiempo parcial.
Existió escasa documentación sobre CJ-1, además del hecho que al día de hoy no existen ejemplares supervivientes. Sin embargo, éste fue el primer paso hacia una idea revolucionaria que trajo un éxito que nadie anticipaba.
Jeep CJ en su segunda generación (CJ-2A) nace en 1945 también, esta vez a partir de un modelo experimental producido internamente de tan solo 40 unidades apodado AGRIJEEP. Esta nueva generación destacó por montar la llanta de refacción en la parte trasera y la evolución en los colores ofertados para la carrocería.
Se produjeron 214,000 unidades de estos vehículos hasta su descontinuación en 1949. Su motor de 4 cilindros de transmisión manual de 3 velocidades Borg-Warner producía apenas 60 caballos de potencia.
La siguiente versión sería la CJ-3 que arribó en 1949 hasta 1953. A la par, la nomenclatura CJ-4 se utilizó para un modelo conceptual del año 1951 llamado Willys-Overland del cual se tiene registro de solamente un ejemplar producido.
Esta generación destacó por preservar su motor sencillo de 60 caballos de potencia pero ahora con una transmisión T-90 con partes fabricadas por Dana.
Más adelante, llegó su evolución, el Jeep CJ-3B que trató de regresar nuevamente a sus raíces militares y de uso rudo. Se adaptaron llantas y resortes más grandes y resistentes; además de recuperar el color verde militar a la carrocería tan icónico de su predecesor.
Mitsubishi fue un factor importante durante esta época porque fue en esta generación donde se introdujo Jeep a los mercados asiáticos. Derivado de un motor japonés Hurricane de 4 cilindros, era ligeramente más poderoso erogando 69 caballos de potencia.
Cuando se introdujo Jeep CJ-5 al mercado, Kaiser Motors compró los derechos del vehículo. Un hecho importante que desembocó en convertir a CJ-5 en la generación más longeva hasta ahora; iniciando desde 1954 hasta 1983 y marcada por muchas ediciones limitadas para entusiastas.
Preservando potencias en el motor muy similares a las anteriores, no fue hasta que Kaiser fue adquirida por American Motors Corporation o AMC, cuando hubo un cambio radical en el coche.
AMC adaptó una línea de motores in house de 304 cu de 5.0 litros V8 acompañado de una reducción de peso considerable. Esto significó un aumento de potencia a 210 caballos que le otorgaba una relación peso-potencia similar a la de un muscle car.
Existió también la versión CJ-6, inspirada en las generaciones anteriores pero destinada a mercados como Sudamérica, Suecia y Sudáfrica. Preservaba las características militares rudimentarias de los previos modelos pero con opciones V6 y V8 para el cliente.
En México, tras una serie de acuerdos con AMC, se daría origen a la empresa VAM (Vehículos Automotores Mexicanos). A partir de la planta en Lerma presentada en 1965, la fabricación de Jeep CJ en México se volvió una realidad.
El acuerdo continuaría con sólido desempeño para el año de 1976, cuando se dio a conocer otro cambio de generación para el coche.
CJ-7 fue la primera iteración en contar con un sistema 4X4 permanente apodado Quadra-Trac. Originalmente ofrecido como una opción al rudimentario sistema de propulsión trasera con eje trasero conectable, ésta fue solamente una de sus innovaciones.
Además, el vehículo ofrecía por primera vez puertas hechas completamente de acero junto con un techo duro desmontable de fibra de vidrio.
A pesar de haber obtenido una baja de potencia respecto a la generación anterior, ahora se contaba con una opción de caja automática preservando el sistema de tracción Quadra-Trac para no sacrificar capacidades off road.
4 eran las versiones principales de Jeep CJ-7: Renegade, Golden Eagle, Golden Hawk y Laredo; todas variando entre un 4 cilindros, un V6 y un V8. Renegade era la más poderosa, Laredo estaba más enfocado al lujo; y las versiones Golden Eagle y Golden Hawk estaban diseñadas para llamar la atención con sus detalles especiales.
La generación duraría hasta 1986 donde la nomenclatura CJ sería reemplazada por Jeep Wrangler, la versión modernizada en cuanto a motor y tecnología pero preservando la pureza del diseño que todos amamos. Sólo puedo decir que ojalá la marca nunca desaparezca este diseño. Al día de hoy, simplemente nada se le parece.
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