Ford Thunderbird es un modelo producido de manera ininterrumpida por 42 años dividido en 11 generaciones. Sin embargo, pocos recuerdan el impacto detrás de este convertible de dos puertas y referencia en el mercado de lujo.
Este #ViernesVintage nos introducimos de lleno a la alternativa del gigante azul ante el Chevrolet Corvette. Ford enfocó este coche como la opción más grande y enfocada al lujo que terminó por cautivar a los clientes hace más de 50 años.
Tomando también inspiración de un modelo del 53 llamado Vega, Thunderbird obtiene su nombre como referencia a una criatura legendaria de los nativos americanos considerada un ave de poder y fortaleza.
Introducido en 1953, Ford Thunderbird pasó a ser expuesto en el Detroit Auto Show un año después de ser concebido como un prototipo. Su motor Y-block V8 directo de la división Mercury de Ford de 5.1 litros erogaba 215 caballos de potencia con su caja de velocidades de 3 relaciones.
El éxito fue sorprendente al superar en ventas al Corvette casi 23-1 en su año debut lo cual llevó a revisiones en su diseño así como una evolución en su motorización que llevó a aumentar la potencia ahora a 245 caballos. Todo con ese enfoque de vehículo de lujo.
Robert McNamara, en su momento ejecutivo top de la marca, estaba preocupado de la limitante de ofrecer Ford Thunderbird solamente como un auto de dos plazas. Por ello, la versión sedán nace en esta generación. Esta decisión llevó a aumentar todavía más las ventas del vehículo hasta 200,000 unidades en solamente tres años. Sin embargo, prevaleció su versión convertible.
Con una construcción más rígida, el peso de automóvil aumentó 363 kilogramos. Por lo tanto, el nuevo motor contaba con 300 caballos de potencia y una caja de tres velocidades ya sea automática o manual.
Ford Thunderbird tuvo un rediseño llamativo para esta presentación de vehículo. Junto con ese nuevo motor FE V8 de 300 caballos de potencia, este coche fue seleccionado como coche de seguridad en la Indianapolis 500 y estuvo presente también en la ceremonia de inauguración presidencial de John F. Kennedy.
Esta versión era más grande pero a pesar de mantener la potencia exacta del motor pasado, esta vez contaba con 6.4 litros y con su forma ligeramente más aerodinámica, le daba un manejo más inclinado a lo deportivo.
Nuevamente, Ford Thunderbird volvió a cambiar, ahora con una apariencia más baja así como un cuerpo más cuadrado. Sin embargo, se regresó a un diseño de parrilla al que contaba el original para recordar sus orígenes en la mitad del siglo XX.
El techo rígido y convertible se continuaron ofreciendo y ese motor FE V8 de 200 caballos regresó como la oferta estándar. Esta generación la recordamos por ser el primero en incluir indicadores secuenciales así como frenos de disco en todas las gamas.
Ford Thunderbird esta vez trajo un cambio en diseño enfocado para llevar al coche a un territorio más deportivo. Desde su parrilla hasta ofrecer de manera primordial la opción de carrocería de dos puertas, la idea ahora se trataba de emocionar.
Sin embargo, Ford Mustang también contaba con una construcción muy similar y era más barato para el consumidor. Para prevenir su competencia interna, Ford optó por incluir más adelante aditamentos de lujo en el coche, comparándolo a los modelos Lincoln.
Con unas dimensiones de 3,058 milímetros así como un peso total de 2,177 kilogramos, este modelo fue el Ford Thunderbird más grande hasta ahora hecho. Incluso compartía la misma línea de ensamble del enorme Lincoln Continental Mark IV.
Ante este gran tamaño, un V8 de 7.0 litros fue adaptado como la motorización estándar que erogaba de 212 caballos. No resultó ser una gran combinación debido a que el poco poder combinado con el peso generaba una eficiencia de combustible muy pobre.
Ford Thunderbird, aprendiendo de la generación pasada, redujo su tamaño a 2,896 milímetros que lo llevaba a ser más pequeño incluso que el Gran Torino. Sin embargo, seguía aparentando un tamaño grande debido a su diseño tan particular.
Además, dándose cuenta de la demanda creciente por vehículos con mejor economía de combustible, se realizó una reducción de peso adicional adaptando un motor small-block V8 Windsor que resultó en 408 kilogramos menos así como una potencia de 135 caballos.
La necesidad de eficiencia así como tamaños más reducidos para las calles llevó a un nuevo rediseño en Ford Thunderbird todavía más compacto, basado en la plataforma Fox de la marca que fue base del icónico Ford Fairmont.
Combinado con un Windsor V8 de apenas 4.2 litros de 131 caballos de potencia, esta versión de Thunderbird no fue de las más populares. La respuesta de la marca fue introducir por primera vez un motor de 6 cilindros para hacerlo más accesible de 3.8 litros más moderno que recuperó algo de ventas pero aún así, quedaría corto con expectativas.
Después de su decepcionante desempeño en el mercado, Ford Thunderbird recibió otro diseño muy significativo. Esta vez, su apariencia totalmente aerodinámica y todavía más corto que el anterior, contaba con un nuevo 3.8 litros L Essex V6 como entrada así como el retorno del V8.
142 caballos de potencia para el primer motor junto con una transmisión manual de 5 velocidades significó un desempeño sorprendente para sus capacidades. Fue un buen cambio porque la marca incluso decidió aumentar capacidades hasta 190 caballos en la versión del 87.
En cuanto a la que sería la más longeva de las generaciones de Ford Thunderbird; junto con Mercury Cougar regresó de cierta manera a sus orígenes aumentando dimensiones nuevamente. Con una nueva suspensión independiente a las cuatro ruedas, las sensaciones de manejo y confort mejoraron bastante.
Su motor esta ocasión sería un naturalmente aspirado V6 de 140 caballos. Además, se ofertó una versión deportiva llamada Super Coupe que llegaba hasta los 210 HP. A pesar del significativo impacto del vehículo, Ford lo retiró sin mucha ceremonia debido a la popularidad de otros modelos. Pensábamos que eso sería todo para el automóvil pero estábamos equivocados.
En un movimiento sin precedentes y después de un espacio de cinco años, Ford Thunderbird regresó para una generación más que retornaba a la visión clásica del modelo. Es decir, un convertible de dos pasajeros y con un diseño muy ad hoc a los años 50.
Compartiendo plataforma con Lincoln LS, Jaguar S-Type y Jaguar XF; el diseño único de Thunderbird además de su motor DOHC V8 único para el vehículo de 252 caballos de potencia eran una combinación ganadora. Sin duda, la mejor manera para despedir a uno de los modelos más icónicos del gigante azul.
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