En muchos países del mundo, la prohibición del diésel y la gasolina será una realidad en los próximos años. No por nada, gran parte de las estrategias a futuro de las automotrices están destinadas a los vehículos eléctricos. Y no sólo eso: a tener una huella de carbono neutra en todos sus procesos y cadena de valor.
Uno de los países con las metas más ambiciosas es Noruega. No sólo ha incentivado la compra de eléctricos, haciendo que su compra sea más económica y conveniente, sino que, para 2025, no estarán permitidos los autos a gasolina y diésel.
De esta manera, la transición es inevitable. En México, la prohibición llegara para los autos diésel también en 2025, pero en la Ciudad de México.
Por esta razón, es importante conocerlos a fondo. ¿Cuáles son las diferencias entre ambos combustibles? ¿Por qué en Europa los vehículos a diésel son preferidos sobre los de gasolina? ¿Cómo contamina cada uno? Te lo decimos a continuación.
El objetivo de ambos motores es convertir la energía química del combustible en energía mecánica. Esto lo hacen a través de una serie de explosiones, que suceden de forma distinta en ambos motores.
La compresión de los gases en un motor diésel es más alta que en uno a gasolina. Esto hace que, en el motor diésel, el incremento de temperatura sea mayor. En estos motores, el encendido por compresión se da por la alta temperatura. En los motores a gasolina, el encendido se debe a una chispa que aparece dentro del cilindro por medio de la bujía.
Con el diésel, obtienes mucho más torque porque gira a menos revoluciones por minuto. En un vehículo, el torque es la fuerza que lo pasa de su estado de reposo al movimiento. De esta manera, arrancas el carro con menor esfuerzo. Esto se ve favorecido en trayectos urbanos (donde lo que más haces es frenar y arrancar continuamente).
En conclusión, el diésel tiene mejor rendimiento, pero la constitución de estos motores los hace más pesados. En cuanto a las emisiones, estos motores son más sucios, por lo que requieren un filtro de partículas. Sin embargo, muchos los prefieren porque consumen menos.
El motor a diésel en Europa es mucho más económico y más limpio que en otras regiones. Tiene mejores carburantes y normas más estrictas. Sin embargo, hace casi algunos años años, salió a la luz la manipulación de un software que alteraban las emisiones contaminantes de estos motores en pruebas normales de conducción. Muchos fabricantes han sido investigados y penalizados por ello. Por este motivo, la fabricación y la demanda de los vehículos eléctricos han tenido un fuerte impulso.
A nivel legislativo, muchos países y ciudades se han sumado a las medidas prohibicionistas del diésel. Y, en países como Alemania o Reino Unido, la prohibición será para ambos combustibles. Si bien es cierto que cada vez se desarrolla tecnología para hacerlos más limpios, esto no interfiere con el hecho de que la electrificación de los vehículos estará dominando el mercado.
Cuando hablamos de la transición a motores eléctricos, muchas veces pensamos que lo hacemos para el medio ambiente. Pero, en realidad, la contaminación es un problema de salud pública. Las partículas contaminantes van más allá del dióxido de carbono. Por ejemplo, los óxidos de nitrógeno (NOx) son conocidos por ser altamente cancerígenos.
El problema con los motores a diésel es que producen niveles más altos de partículas. Estas partículas son pedazos microscópicos de hollín sobrantes del proceso de combustión.
Las más nocivas son las partículas ultrafinas, las cuales entran a nuestros pulmones e ingresan al torrente sanguíneo, tal como expresa Dr. Matthew Loxham para BBC, investigador en toxicología de la contaminación del aire de la Universidad de Southampton.
Aunque los nuevos motores cuentan con filtros que limpian estas partículas, esto no es lo único que producen. Como mencionábamos anteriormente, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) también son un problema grave. Basarnos en los números de las emisiones de NOx provenientes de pruebas de laboratorio es insuficiente. En carretera, las emisiones pueden ser mucho mayores.
¿Y la gasolina? Se cree que los motores a gasolina son más limpios, especialmente los de inyección directa. Sin embargo, incluso en estos motores, la producción de partículas podría ser más alta.
De esta manera, si te duele la cabeza, se te irritan fácilmente los ojos, te sientes frecuentemente cansado, te enfermas seguido de las vías respiratorias, tienes rinitis alérgica, asma, problemas cardiacos, pulmonares, diabetes y cáncer, la contaminación puede ser una causante y detonador de estos síntomas y enfermedades.
Para que te des una idea del efecto de la contaminación en nuestras vidas, te compartimos unos datos de Environmental Defense Fund:
– La contaminación del aire es una de las mayores causas de muerte en el mundo.
– Es responsable de 6.4 millones de muertes por año (1 de cada 9 muertes), siendo tres veces más alto que el número de muertes por SIDA, malaria y tuberculosis combinadas.
– La Organización Mundial de la Salud estima que 2 mil millones de niños viven en áreas donde la contaminación del aire exterior excede los límites internacionales.
– Estiman que 300 millones de niños viven en áreas donde la contaminación del aire exterior excede 6 veces los límites internacionales.
– La contaminación del aire también está vinculada a un mayor riesgo de diabetes, autismo y un coeficiente de inteligencia más bajo.
Esto sin mencionar otros contaminantes, como las partículas finas, proveniente de los neumáticos, los frenos, entre otros componentes.
Como podrás ver, aunque seas un entusiasta de estos motores, el paradigma debe cambiar.
¿No crees?
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