Desde que se corrió la primer carrera de Fórmula 1, en 1950, el objetivo, además de demostrar quién era el más rápido, fue el desarrollar los autos y con ello acelerar a fondo en busca de la bandera a cuadros. Más adelante esas tecnologías fueron puestas en la calle y ahí nacieron los súper deportivos. En tiempos recientes éstos son dignos representantes del Gran Circo.
Ferrari LaFerrari
Con sólo 499 unidades de producción este bólido italiano recoge toda la experiencia que tiene la casa de Maranello en la Fórmula 1. Este es el primer modelo híbrido de la marca y su motor de combustión V12 trabaja en conjunto con propulsor eléctrico que nos entregan, en conjunto, 960 caballos de potencia.
Eso no es todo cuenta con el sistema KERS el cual es un sistema de recuperación de energía que almacena, a través de la fuerza de frenado, para dar un extra cuando se busca una aceleración digna de un cohete. Una obra de arte con lo último en ingeniería.
McLaren P1
El sucesor del legendario F1, esta semana terminó su producción al salir la unidad 375 de la línea de producción cuyo destino es todo un misterio. Este coupé biplaza tiene un motor V8 Twin-Turbo de 727 caballos de fuerza, mientras que su propulsor eléctrico aporta 176 caballos de fuerza adicionales, gracias al sistema de acumulación de energía KERS, es decir, 903 hp. Un bólido con una herencia ganadora, bueno al menos en otros tiempos, porque actualmente la casa de Woking no tiene nada que presumir con su motor Honda.
Infiniti Q50
Tras el divorcio de Red Bull y la filial de lujo de Nissan, Infiniti, todo parece indicar que este auto se quedó huérfano. Sin embrago, contó con el desarrollo del cuatro veces campeón del mundo Sebastian Vettel y toda la tecnología generada en la pista por el equipo austriaco.
Monta un motor V6 3.7 litros de aleación de aluminio, de 327 Hp, que trabaja con otro eléctrico para de 67 Hp, para brindarle a nuestro pie derecho 394 caballos de potencia. Este sedán tiene el desarrollo de una transmisión deportiva de siete velocidades que optimiza al máximo la entrega de poder en sus ruedas.
Renault Clio RS
La firma francesa estará de vuelta en 2016 ya no como proveedor de motores, sino como equipo, con lo que veremos en la parrilla el amarillo y negro, si los patrocinadores lo permiten, pero una muestra de su paso en la F1 es este hatchback cuyo motor 1.6 litros nos entrega una potencia de 200 caballos. Desarrollado por la división Renault Sport este misil de bolsillo ofrece dos modos de manejo: Normal y Race. Si se escoge el segundo habrá que ajustarse bien el cinturón de seguridad.
Mercedes-Benz
La firma de la estrella arrasó, de nueva cuenta, en la máxima categoría llevándose los campeonatos: de constructores y pilotos casi sin sudar, además de sorprendernos con la entrega de un SUV, el GLE Coupé, es un digno representante de la casa de la estrella en cuya piel se ha vertido la esencia del equipo alemán de F1.
En su versión más radical monta un propulsor V8 biturbo cuyta potencia alcanza los 557 caballos de fuerza, acoplado a una transmisión automática de siete velocidades y, desde luego, con paletas de cambio al volante para sacar al piloto que llevamos dentro.
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