Hace unos días escribimos un artículo respecto a un estudio donde afirmaban los expertos, que conducir triste o enojado puede ser mucho más peligroso que manejar bajo influencia de alcohol o distraído en el celular. A raíz de esto, nos dimos cuenta que muchos conductores, al subirse a su auto se transformaban en otra persona.
De hecho, la investigación comentaba que la ira detrás del volante puede hacer que choques con mayor facilidad y discutir con otros conductores que, puede que te sorprendan atentando en contra de tu vida, la de tus pasajeros o afectando tu propio vehículo. Ya que, es cada vez más común leer o escuchar de asesinatos que ocurren en medio del camino debido a estos arranques de ira.
Es increíble mencionar que el 80 por ciento de los conductores han tenido episodios de agresión o furia en un momento u otro, y ocho millones de conductores han dado un paso más al chocar deliberadamente con otros vehículos o enfrentarse a conductores. Pero, aunque parezca «normal» esto puede tener consecuencias devastadoras.
Foto: mycoyote.es
Nemerovski es un investigador, quien se inspiró para estudiar la furia de los conductores, después de tener un altercado con un conductor que lo amenazó con un bate de béisbol. Según indica en su investigación, que, en muchos sentidos, la ira detrás del volante no es diferente de otras formas de ira.
Pero hay una diferencia importante que menciona, «el anonimato relativo de estar detrás del volante les permite a los conductores comportarse de manera más agresiva, imprudente o audaz de lo que lo harían de otra manera». El problema radica, cuando una persona se sale de control y empieza a atentar en contra de la vida de otro.
Si constantemente te encuentras enojado con retrasos inesperados de tráfico o con otros automovilistas por manejar lento, tal vez deberías despertar 15 minutos antes para tener más tiempo y llegar tranquilo al trabajo o a dónde tengas que llegar. También puedes modificar tu entorno, evitar escuchar noticias que te pongan de malas. Siempre trata de escuchar un audiolibro de tu interés, poner la música que te pone de buenas, entre otros recursos.
«La gente usa su auto, ya sea intencionalmente o sin pensarlo, para castigar o comunicar a otro conductor que se sienten molestos con ellos», explica Nemerovski. «Ese es el mensaje clave que la ira nos da: nos sentimos físicamente amenazados, sentimos que algo nos ha sido quitado».
En lugar de responder enojado, trata de disminuir la ira. Identifica por qué estás molesto en primer lugar, para darle la importancia correcta a los eventos que suceden a nuestro alrededor. También debes centrarte en tu forma de conducir, no le prestes demasiada atención a quien quiera «molestarte» o generar pelea.
Foto: slate.com Foto de portada: segurossinbarreras.com
Las personas son, por naturaleza, conductores egoístas. Siempre que estamos en el camino, estamos pensando dónde tenemos que llegar y la forma más rápida de estar allí. Pero, si cambiamos las perspectivas para ser más comprensivos con las situaciones de otros conductores, seríamos un poco más indulgentes, y no tan rápidos como para gritarle a otro conductor.
Si luchas con la ira del camino, es probable que tengas problemas para controlar tu ira en otras áreas de la vida también. Puedes acudir a un experto para que te asesore y ayude a controlar tu furia.
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