Mitsubishi Sigma: el lujo del otro lado del mundo

Mitsubishi Sigma fue el primer vehículo de lujo en la historia de la marca japonesa. Mitsubishi apenas comenzaba a darse a conocer en mercados extranjeros. Pero al ver el creciente éxito de otros coches japoneses de lujo y la demanda por sedanes grand tour, la firma decidió crear su propia versión.

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Descendiente directo de Galant

Mitsubishi Sigma comenzaría su vida como una versión alternativa y más lujosa del sedán insignia de la marca: Galant. 1976 vería su primer variante para el mercado japonés que contaba con aditamentos especiales por encima del modelo regular. 

Varias de las mejoras que pudimos ver en la variante Sigma era un motor turbocargado, un sistema de inyección de gasolina eléctrico y una válvula de jet para el motor para disminuir sus emisiones. El vehículo tuvo éxito en Australia, Nueva Zelanda y especialmente Sudáfrica donde ganó el título al coche del año en 1977. 

Importación a Estados Unidos

Cuando la marca llegó a territorio norteamericano en los años 80, se decidió que para atraer más clientes a la marca, un sedán de lujo tenía que ofertarse para competir contra rivales como Nissan Maxima. Mitsubishi Sigma fue la respuesta que eventualmente se convertiría en modelo totalmente independiente en 1988. 

¿Pero qué obtenías en Sigma versus al Galant tradicional? En primer lugar, el mayor beneficio era la motorización. Mientras que Galant contaba con un 4 cilindros tradicional, Sigma montaba un V6 de 3.0 litros. Aunque no lo creas, compartía plataforma con el legendario 3000GT e irónicamente, también con Dodge Caravan. El coche producía alrededor de 160 caballos y estaba acoplada a una transmisión premium automática de 4 cambios. 

Un diseño conservador pero funcional

Debido a que Mitsubishi Sigma partía desde una marca totalmente nueva para el mercado, su look exterior fue muy reservado. La marca adaptó un diseño cuadrado, popular en la época de los 90. Mitsubishi tampoco quería destacar demasiado y alejar potenciales clientes con un diseño extravagante. 

Pero donde Sigma realmente relucía era en su tecnología interior. Tal como su exterior tenía líneas cromadas, sus asientos en piel también contaban con acentos en cromo. Podíamos ver un reloj digital, controles al volante, estéreo premium con ecualizador e incluso control de crucero y modo de manejo sport. Ninguna de estas tecnologías eran comunes en carros lujosos incluso de fabricantes establecidos. 

Fue hasta 1990 donde Mitsubishi decidió descontinuarlo a favor de un modelo de lujo totalmente nuevo. Con cambio de plataforma total, Mitsubishi Diamante tomaría el lugar de Sigma. Sin embargo, nosotros siempre recordaremos el nombre del primer coche de lujo en la historia de Mitsubishi. 

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