Quizá uno de los sedanes de lujo más reconocibles a nivel mundial sea el Lincoln Town Car. Derivado de una limusina y completando la gama con Lincoln Continental, el Town Car se produjo continuamente durante 30 años. Gracias a su éxito, durante un momento se convertiría en el coche de Ford más longevo en su catálogo.
Lincoln Town Car obtuvo su primera generación en 1981. Ya experimentados en la creación de sedanes de lujo, Lincoln lo ofertaría en tanto carrocerías de 2 ó 4 puertas, la segunda siendo infinitamente más popular. La marca utilizó la plataforma Panther compartida entre Ford y Mercury, convirtiéndose irónicamente en el Lincoln más corto del momento.
Con un peso de poco menos de dos toneladas, la firma norteamericana le adaptaría solamente una opción en motorización. Sería un motor 5.0 litros V8 que obtuvo modificaciones constantes. El coche empezaría con 130 caballos de potencia pero en su año final con el mismo motor, el carro subió sus cifras hasta 160 HP con 280 libras pie de torque. Adicionalmente, solamente se ofrecía con una caja automática AOD de 4 velocidades.
Además de su distintiva estética cuadrada de estilo limusina, el coche adaptaba comodidades interiores avanzadas para su época. Esto incluyó asientos eléctricos en 6 posiciones, un cluster digital con computadora de viaje y mecanismo de entrada sin llave. Town Car fue el primer modelo en la historia de Ford en incluir un estéreo con reproductor de CD como parte de un sistema JBL de hasta 12 bocinas.
La segunda generación de Lincoln Town Car llegaría de 1990 hasta 1997. El primer gran cambio general fue por supuesto su rediseño total, abandonando el estilo cuadrado de los ochenta por uno más contemporáneo. Fue durante esta época que se convirtió en uno de los sedanes mejores vendidos en Estados Unidos.
Además de un estilo más europeo, una mejora notable en economía de combustible y la adición de elementos de seguridad como cinturones de seguridad automáticos y bolsas de aire dobles; Town Car añadió más opciones en motores. El cliente tenía dos opciones del V8, uno de 4.9 litros entre 150 y 160 HP o un modular de tipo SOHC también V8 de entre 190 y 210 HP dependiendo la versión.
La época de los noventa marcó también una gran oportunidad para revolucionar el interior. Se adaptó por primera vez instrumentos digitales de manera estándar debido a su notable popularidad. Y adicionalmente, se integró un teléfono celular activado por voz dentro de la consola para las versiones más equipadas. Sin duda, el coche quería ser el estandarte en cuanto a lujo.
Lincoln Town Car se despidió en su tercera generación presentada en 1998 y que duraría hasta 2011. El coche se presentó en el Auto Show de Nueva York y nuevamente tendría una revisión extensa en todos sus departamentos. Cambiaría nuevamente la estética, asimilándose un poco a Lincoln Navigator.
El coche regresaría nuevamente a una sola oferta en motor. En este caso, fue el SOHC V8 modular de 4.6 litros con potencias entre 205 y 235 caballos dependiendo la versión. Y tal como sus predecesores, al interior se enfocó al confort y tecnología. Lo más nuevo fue la adaptación de un reproductor de DVD, un sistema de navegación y un espejo retrovisor con micrófono integrado para llamadas de emergencia.
Con esta generación, Town Car solidificaría un estado casi de culto en la industria automotriz. Líderes políticos alrededor del mundo como Bill Clinton y Ronald Reagan lo utilizarían como el coche presidencial gracias a sus grandes resultados en seguridad y confort. Sin lugar a dudas, quedará su lugar en la historia como uno de los modelos más importantes.
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