Una de las temporadas más inciertas de la Categoría Reina dará inicio este fin de semana con la primera carrera del año en las lejanas tierras de Australia. Todo comienza con grandes incógnitas, por lo que esta redacción no apuesta por un dominio abrumador de Red Bull, al menos no en las primeras competencias, que ofrecerán la posibilidad de coronarse a las escuderías que mejor se hayan adaptado a las nuevas regulaciones: puntualmente el nuevo tren motriz, nuevos motores V6 turbocargados y la energía superior almacenada en el sistema de baterías y Kers.
Adicionalmente, los 100 kg de combustible (menos 60 kg con respecto al año pasado) tope que marca la nueva regulación, deberán ser aprovechados durante toda la carrera, sacando el mejor provecho del rendimiento aerodinámico y optimizando el manejo suave y sin grandes aceleraciones, lo que vendrá acompañado de un inteligente, pero más agresivo accionamiento del DRS. Algunos periodistas piensan que no sería extraño ver 10 automóviles cruzar la meta al terminar la carrera de Melbourne, quizá es un pensamiento negativo, pero las estrictas reglas y los cambios tan drásticos realizados por la FIA, obligan a las escuderías a trabajar a marchas forzadas para continuar gozando de los beneficios del «Gran Circo».
Ahora bien, ¿nuevamente veremos a los equipos más importantes por delante de las escuderías menos potentes? Dejando a un lado lo sucedido con los McLaren de Martin Whitmarsh durante la pasada temporada, y la pésima campaña de los Williams, debemos suponer que el nivel de inversiones y patrocinios acumulados durante el descanso, dotarán de nuevos bríos a este par de leyendas, pero todo podría ocurrir de acuerdo a imprevistos.
En mi muy particular punto de vista, McLaren se beneficiará de la tecnología aprendida en la Fórmula E, exhibo mi propuesta para un campeonato de constructores y posible título de pilotos con Kevin Magnussen (arriesgado, lo sé), mientras Williams ha dado señales de vida gracias a su experimentado piloto brasileño: Felipe Massa, quien vivirá su segundo aire después de abandonar el asiento de Ferrari, que apuesta con dos campeones del mundo: Fernando Alonso y Kimi Räikkönnen, difícil saber cuál de estos dos terminará por delante del otro, o si esta decisión acabará en rivalidad, finalmente, fuera de los «4 grandes» encontramos a Mercedes, que ha dado una cátedra gracias a su W05, y con el talento que exhiben tanto Lewis como Nico Rosberg, podría llevarlos adelante, al menos en las primeras competencias.
Si nos centramos en lo que «nuestros pilotos» Sergio Checo Pérez y Esteban Gutiérrez pueden hacer, debemos mencionar que se trata de dos escuderías que deberán buscarse un lugar luchando contracorriente, y contra los grandes presupuestos y tecnologías de Ferrari, McLaren, Red Bull, Williams, Mercedes y la revitalizada Lotus, con ese buen «Pastor» inversionista.
