Mientras usted lee esta columna el recién nombrado director de Ford Motor Company de México, estará regresando de su convención anual de distribuidores en la ciudad de Sevilla, España. Me refiero a quien ya era el segundo hombre fuerte del óvalo en México, el venezolano, Héctor Pérez quien en su último año aceleró su conocimiento del negocio en el país de la mano de Gabriel López, el presidente saliente.
Esta misma semana recibí en mi domicilio una carta –en 29 años de carrera es la primera que recibo por parte de un presidente de armadora dándome las gracias y anunciando sus nuevos retos– firmada por Gabriel López quien deja su posición a Pérez y toma el nuevo reto de ir a controlar toda la operación que Ford ha dedicado en Argentina, su país natal. Los casi ocho años de él al frente de la operación en México no han sido fáciles, quizás de los más difíciles de la industria en competitividad y entrada de nuevas marcas, pero lo importante a mi parecer es que logró captar y consolidar lo que es el principal interés de negocio en México para Detroit y lo que derrama más beneficios a nosotros los mexicanos, por un lado, el desarrollo de producto que mantuvo y creció con ejércitos de 1,800 ingenieros trabajando en el país en este tema, así como dejarnos con el anuncio de la fabricación de vehículos eléctricos en Cuautitlán, su planta de Hermosillo con un proyecto certero luego de que deje de ensamblar el Fusión y una planta de motores con uno de los mejores que hace la corporación en el mundo, el de tres cilindros que será necesario para el cambio tecnológico de muchas de sus vehículos para hacerlos más eficientes y seguramente como componente para sus híbridos.
El mercado no le jugó a favor y la red vio estresado su negocio, Lincoln pasó por varias peripecias y épocas en estos años, que pocos entendimos, pero hoy el óvalo le ha dado su siguiente promoción. A él gracias por las batallas para que la operación continúe de manera importante en México en el lado de producción, y deja a Pérez un gran reto al dedicarse a la parte comercial que hoy toma en un mercado que cae, con una participación de mercado de nuevas armadoras en ascenso y en espera de los nuevos crossovers y camionetas del óvalo. En Argentina y México, “Viva el Rey” en el óvalo azul.
Volvo irá como “Rayo”
Si los cambios de Torben Eckardt, el actual presidente de Volvo Auto de México, han sido rápidos, certeros y visibles al consumidor, hoy que parte para ser un alto ejecutivo en la casa matriz de la mano con la presidencia de la empresa, deja a un hombre que por principio es mexicano, entiende el mercado de la distribución de vehículos, valora las relaciones de equipo corporativo, con distribuidores, proveedores y el sentimiento de compartir el éxito. Desde esta trinchera es un gusto que Raymundo Cavazos encuentre su siguiente nivel corporativo en una de las empresas que más admiración han causado en el mundo por el desarrollo de producto y tecnología, en México está dando la vuelta, y como “Rayo” –como su equipo anterior le llamaba– se verán las nuevas etapas, acciones, presentaciones y catapultará el negocio en México. Torben, trabajó incansablemente para México, hoy Volvo es totalmente nueva en equipo y en distribución, en gama y tecnología. Rayo llega a potencializar los buenos cimientos y construir el gran éxito que esta marca se debe en México. Agárrense porque ahora sí Volvo cambiará como de “Rayo”.
@MemoLiraP
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