Kia es el último gran jugador de volumen que llega a México desde que entró la primera marca fuera de las cinco grandes en los 90. El último en llegar tiene sus privilegios. A continuación les presento los cinco puntos que considero son fundamentales para su negocio:
Quizá deba agregar no como razón del éxito de entrada sino como reconocimiento al management coreano, el dejar en manos de mexicanos la estrategia local, todos los líderes del proyecto en distintas áreas comerciales, operativas y administrativas son mexicanos, que además tienen una gran trayectoria en el mercado automotriz. Añada siete años de garantía, técnicos bien capacitados en México, fortaleza de inventarios con la planta, patrocinios internacionales en pasiones del mexicano como el futbol, el americano y tiene una fórmula perfecta, tanto que 5% del mercado (50,000 unidades) en cinco años me suena poco como objetivo, pero veremos. Calidad y confiabilidad le ha llevado a ser una de las marcas más seguidas en Estados Unidos.
Así, Kia llega no para sólo para vender en México, sino para unir a México a su estrategia mundial de crecimiento en ventas, producción y resultados de negocio. Como consumidor, bienvenidos, como industria, bienvenidos que la competencia nos hace mejores y el centro mexicano de producción se fortalece logísticamente y en producción de autopartes.
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