El nueve veces campeón del mundo no calculó bien uno de sus aterrizajes y se fue al suelo, llevándose un fortísimo golpe en el pecho y el abdomen que le obligó a visitar el hospital. Tras una primera exploración, los médicos descartaron cualquier tipo de fractura o lesión de gravedad, pero optaron por dejar a Valentino en observación durante toda la noche para comprobar la evolución del traumatismo abdominal y torácico que había afectado levemente a su hígado y a un riñón.
Ahora el piloto italiano tendrá que estar en reposo durante estos días si quiere llegar en buenas condiciones al próximo Gran Premio de Italia que se disputará en Mugello el próximo fin de semana.