Cuando hablamos de sedanes que marcaron época durante décadas, Chevrolet Malibu tiene que estar en esa conversación. Transformando en los 60 completamente la concepción de lujo y capacidad dentro de General Motors, este coche se ha consolidado como uno de los nombres grandes dentro de la marca. Tanto así que lo respaldan los 8.5 millones de ejemplares producidos en su historia.
Este #ViernesVintage, repasaremos brevemente la concepción de un sedán que ha ganado el premio a Coche del Año múltiples veces en los Estados Unidos. Un carro diseñado para atraer a un nuevo público al mercado del sedán de tamaño medio.
La primera vez que veríamos Chevrolet Malibu dentro del catálogo de la firma norteamericana sería como una gama especial del sedán de tamaño medio Chevelle. En 1964, Malibu se destinó a ser el nivel más alto en equipamiento y capacidades.
Disponible en carrocerías de 4 puertas sedán, 2 puertas techo rígido y convertible; Malibu partió con interiores en vinilo, alfombras especiales, un volante especial e insertos exclusivos. En su versión SS exclusivamente en modo convertible, el coche montaba el mismo motor V8 disponible en Chevelle. Sin embargo, tenías la opción de montar hasta 300 caballos de fuerza con 5.4 litros.
El primer modelo sería un exitazo de ventas con más de 200,000 ventas en solo un año. Tanto así que la marca decidiría convertir al Malibu como modelo independiente. Debutaría en 1968 con las mismas carrocerías que antes pero ahora con un V8 de 5.0 litros que erogaba 200 caballos de potencia.
El panel de instrumentos sería basado en Camaro, lo mejor que la marca podía entregar. Además encontrabas asientos de vinilo, alfombra en los paneles interiores, insertos de madera, consola central única y palanca de cambios exclusiva. Esta generación duraría 4 años, añadiendo eventualmente un motor de 6 cilindros de 3.8 litros con 155 caballos de fuerza a la gama para los clientes en búsqueda de una experiencia de manejo más sutil.
Cuando creíamos haber visto consolidado a Chevrolet Malibu en la línea de la marca, nuevamente en 1973 la marca lo retornó dentro de Chevelle. El automóvil fue rediseñado en este año y los modelos oficiales serían el Deluxe, Malibu de mediano nivel, Malibu SS y el Laguna como tope de gama.
Esto significó que Malibu se convertiría en el nuevo Chevelle de entrada. Laguna reemplazaría a Malibu Classic como opción de lujo y se distinguiría por portar 4 faros rectangulares al frente. Los motores empezaban desde un 4.1 litros de seis cilindros con 110 HP hasta el Big Block V8 de 7.4 litros con 245 HP.
En 1978, nuevamente Chevrolet se daría cuenta que la línea más vendida era Malibu y no Chevelle. Por ello, Malibu se separaría como modelo una vez más con una distinción notable. Esta vez, el coche sería mucho más pequeño y solamente ofrecido en dos gamas: la estándar y la Classic.
Chevrolet Malibu en su cuarta generación sería el primero hecho en México en la planta de Ramos Arizpe. De acuerdo a la estrategia de la marca, el modelo sería bastante más pequeño que los anteriores, perdiendo hasta 500 kilogramos de peso. La tracción sería a la parte trasera con cajas manuales de 3 o 4 velocidades y una automática de tres como opcional.
Solamente disponible en carrocerías coupé, sedán y vagoneta; esta generación destacó por utilizar la plataforma de El Camino en su construcción. Además, introdujo la nueva generación de motores Chevrolet 90º V6 de 3.3 litros en los Estados Unidos con tan solo 95 HP. Todo esto debido a las regulaciones en cuanto a contaminación emitidas en Norteamérica.
En nuestro país al tener una legislación totalmente distinta, permitió que el modelo de Malibu vendido desde 1979-1981 tuviera tres gamas a escoger: Chevelle , Malibu y Malibu Classic. La versión vagoneta no existiría en nuestro mercado y el motor de entrada sería un seis cilindros pero de 4.1 litros. De manera opcional, podías adaptar un V8 de 5.7 litros que erogaba la sorprendente potencia de 260 caballos.
Chevrolet Malibu dejó de producirse a finales de 1983 con éxito notable tanto en México como en Estados Unidos. Sin embargo, el carro haría un regreso triunfal inesperado en 1997 como parte de la extensión de la plataforma N de GM.
Como competidor de Honda Accord y Toyota Camry, este nuevo vehículo pasaría a ser el sedán de tamaño medio de precio competitivo. Partiendo con un 2.5 litros de 4 cilindros con 150 caballos de potencia, estaba claro que este Malibu respondía a necesidades completamente diferentes.
Esta generación de Malibu permanecería en el catálogo de ventas hasta 2003, donde eventualmente sería reemplazado por cuatro generaciones más. Es cierto que la evolución de este coche fue notable a partir de los años. Sin embargo, no queda dudas que el Malibu es uno de los sedanes mejores vendidos dentro de la oferta de General Motors.
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