#ViernesDeVelocidad – Contra la corriente, Lotus y su historia

Es difícil cambiar el modo de pensar cuando todo indica que el camino para alcanzar una meta es el aceptado por la generalidad, pero gracias a aquellos «rebeldes» de pensamiento se descubrió que la Tierra no era el centro del Universo, que ésta misma no era plana, y que América era un nuevo Continente. Así también se demostraron las teorías de la gravedad, la relatividad etc, con mentes superiores que miraron hacia otro lado cuando el mundo entero lo hacía en una misma dirección.

Y la industria automotriz cuenta con varias de estas historias, por ejemplo, Ferdinand Porsche desarrolló el motor de cilindros horizontalmente opuestos, ganando en prestaciones y maniobrabilidad, Ferruccio Lamborghini propuso el motor situado en el eje trasero para un superauto, mientras su rival, Enzo Ferrari, decía que los caballos deben tirar de las carretas y no empujarlas. Así también Anthony Colin Bruce Chapman, ingeniero, diseñador, piloto y constructor, conquistó 6 títulos mundiales de constructores en Fórmula 1 y 7 de pilotos yendo en contra de la corriente, es decir, dejó la carrera por las motorizaciones más potentes y utilizó bloques de 4 cilindros, esto cuando la disposición y número de cilindros era indiferente, pero se basó en una reducción de pesos para el chasis, la carrocería y en una suspensión sumamente eficiente, que lograba recuperarse como ninguna otra en la curva, logrando con ello una revolución en la industria automotriz, que hoy en día sigue admirando los autos de Lotus, fundada en 1952.

Así pues, por lógico que suene el plan y estrategia de Colin Chapman, en aquel entonces los bólidos de F1 eran empujados por potentes motorizaciones, mientras que Lotus utilizó potencia «medida», pero introdujo el chasis monocasco en 1963, pionero en F1, para proclamarse campeón de constructores y pilotos gracias al manejo del escocés Jim Clark, asimismo en 64 fueron sumamente competitivos, pero perdieron en la recta final del campeonato con Ferrari, no obstante Jim Clark recuperaría el número uno para el 65, y en 1970 Jochen Rindt regresaba el título a Lotus con un manejo impecable, no obstante fallecería durante las prácticas del Gran Premio de Italia. En 1972 y 1973 gracias a Emerson Fittipaldi, Lotus obtuvo el mundial de pilotos, mientras que en el 78 (Lotus 79) con el famoso efecto suelo, Mario Andretti conquistaba el Campeonato, no obstante, éste sería el último título para Team Lotus, que competiría desde 1958 hasta 1994, pero que desapareciera para ser renombrado como Lotus F1 Team, tras la compra de los derechos a Renault F1 Team, que si bien puede competir con los colores, no se trata de la recuperación del equipo fundado por Chapman, sino más bien de una estrategia comercial publicitaria para retornar el legendario nombre Lotus a los circuitos de F1.

Ahora bien, lejos del desempeño y de los bólidos que compiten por la bandera a cuadros, sabemos que las armadoras deben financiar sus estrategias mediante a la venta de vehículos para calle, por lo que Lotus Cars comenzó a fabricar vehículos para calle desde 1952. La armadora nombraba a sus bólidos como Mark, y también propuso un número de ascendente con respecto al año de fabricación, no obstante los modelos más conocidos son el Esprit y el Excel, así como el proyecto DeLorean, último bólido presentado junto con Chapman, bajo el abrigo de DeLorean Motor Company. Lotus diseñó el chasis, pero se especuló que se habrían adquirido fondos estatales para el desarrollo.

En 1986 General Motors se hacía de la compañía, pero la vendería en el 93 a Grupo ACBN de Luxemburgo, propietaria en su momento de Bugatti. Para 1996 gran cantidad de acciones fueron vendidas a Perusahaan Otomobil Nasional Bhd, una empresa automotriz de Malasia, que hoy desarrolla los vehículos, les dota de motorizaciones varias y genera básicamente las conocidas suspensiones, mientras que las prestaciones finales de este tipo de bólidos se basan en una excelente relación peso-potencia, pues no superan los 800 kilos y son propulsados por bloques con 160 a 221 caballos, pensándose ya en motores de 250 ponis, que les llevarían a mejorar aún más los 4.1 segundos en aceleración del Exige.

Asimismo, el Hennessey Venom GT, el auto más veloz del planeta en la actualidad, está basado en un chasis modificado del Lotus Elise, pero propulsado por el V8 turbocargado de origen Chevrolet. Así pues, la enseñanza es pensar fuera de la caja y desarrollar conceptos con base en ideas lógicas y sencillas, pues como decía Albert Einstein: «No esperes obtener diferentes resultados si continúas haciendo lo mismo»…. #ViernesDeVelocidad.