Cadillac V-Series, ¿el lujo y motorsport?

Cadillac está en una era emocionante donde sus vehículos han cambiado sustancialmente por fuera, por dentro, en su tren motriz, pero también la marca ha tenido una de sus grandes introducciones en el deporte motor, quizás la máxima ahora con el WEC y en Fórmula 1.

En realidad, en el segmento de lujo, el cliente en el momento de ver los grandes autos deportivos, de alto desempeño y exóticos, sin duda, elevan lo apreciado que la marca es en su panorama de emociones automotrices y consideración de compra, de una tecnología única que permite ir a romper límites tecnológicos y en la pista, por ello cada marca de alta gama desarrolla el siguiente nivel de su ingeniería para ofrecerla al mercado y en ocasiones para declarar que pueden mucho más en las pistas.

Tal es el caso de los V-Series, que ya con más de dos décadas han demostrado lo que General Motors y Cadillac pueden hacer, y no solo en gasolina sino en electricidad. Basta manejar Escalade V-Series a gasolina o LYRIQ V-Series, para entenderlo, sin duda, revisten de un halo de adrenalina hacia toda la gama. Innovación deportiva, creatividad en diseño, conquistan la vista y el alma del cliente y por ello esta división en Cadillac va viento en popa. El segmento de lujo sin una vertiente deportiva en una marca queda en el llevar comodidad y tecnología, pero no reta a las áreas de investigación y desarrollo, no le habla al cliente de lo que en potencia la marca le puede brindar, por ello es de mayor importancia estas divisiones y hoy lo veremos más que nunca en la firma de lujo.

Cadillac llega a las pistas

Imagine que Cadillac está ganando en las pistas de desempeño de larga distancia, hoy la veremos en muchísimos productos relacionados con Fórmula 1 y en las pistas.

En realidad, ganar en la pista el domingo y vender el lunes, un dicho muy conocido a mediados del año pasado, ha cambiado. Por elevar el valor de la marca, incrementar el cómo el cliente la entiende y está seguro de que su auto fue desarrollado con lo mejor que existe para resistir, proteger y competir, al mismo tiempo que se emociona en la alta velocidad creada a partir de la mayor ingeniería.  

Es más, Cadillac hoy no ha dejado de presentar conceptos, cuando muchos han acabado con ellos, la marca ha exhibido varios modelos que exploran, estudian y observan las reacciones del mercado, pero también los usa para mostrar, sorprender y encantar a nuevos clientes, además de decirle al mundo que solo ellos lo pueden hacer. 

Así, con el valor de los V-Series, complementados por los triunfos en el área de deporte motor y la gran tecnología que vemos en sus conceptuales, nos deja en claro que Cadillac se encuentra en su mejor época. General Motors ha decidido invertir en la marca como casi nunca lo ha hecho, la veremos competir como nunca y seguramente sus vehículos estarán haciendo una de las grandes épocas de una marca que sabemos que queda en los museos en sus mejores ejecuciones. Si no ha manejado un V-Series y quiere un deportivo, vale la pena que se dé la oportunidad.

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