Estimados entusiastas y amigos petrolheads, el día de hoy comparto con ustedes una de las experiencias más gratificantes en mi trayectoria periodística. El lugar: el lago Sacacombie en Canadá; la temperatura: -17 grados centígrados; los autos: Volkswagen GTI Rabbit, Golf R, Golf Alltrack, Atlas (Teramont) y Tiguan; el reloj: Montblanc 1858 Geosphere caja de bronce y la experiencia: única.
Se lleva a cabo dicha reunión por tercer año consecutivo y de toda Latinoamérica un solo medio ha acudido, es de México y su nombre es MemoLira.Com. Con el privilegio, pero también con la responsabilidad que ello implica, compartimos lo interesante que resultó testar las tecnologías de asistencia de Volkswagen inherentes a sus productos y de qué forma ayudan cuando son aplicadas en el manejo diario.
Ubicado en el corazón de uno de los bosques más notables del Este de Canadá, dicho spot le ofrece una experiencia excepcional en la naturaleza; los paisajes sorprendentes, el lago majestuoso, la variedad de actividades estacionales, la gastronomía con acentos locales y por supuesto, la prueba de manejo en hielo, sumaron un paquete tremendamente atractivo para la diversión y la reseña.
Dicha tracción encuentra grandes diferencias con el resto de los AWD debido a su capacidad para adelantarse a una posible pérdida de adherencia. Es decir, detecta mediante múltiples sensores qué rueda tiene la posibilidad de ejercer un mejor contacto con el asfalto y a ella envía el poder y el torque. Sin embargo, es en esencia una tracción delantera en un 99% de las condiciones de manejo, ayudando a que el vehículo sea más eficiente.
Además, un dato curioso es que actualmente el 80% de las ventas de Volkswagen a nivel mundial es a vehículos que cuentan con esta tecnología. Lo cual pone en evidencia el gran valor agregado que ofrece al cliente, un diferenciador que determina la compra de un VW por encima de la competencia.
En el caso de nuestra prueba, pudimos comprobar que 4Motion, cuando se requiere, puede acoplar el eje trasero para enviar la fuerza necesaria a las ruedas posteriores de manera individual, mientras que al poseer sensores de fuerza G puede determinar momentos de aceleración y frenado para compensar la distribución de peso.
Aunado a ello el sistema ESC (control de estabilidad) actuará de gran forma mediante sensores que monitorean el progreso de las ruedas, con lo cual si hay aceleración lateral, la tecnología entra para aplicar frenos de manera independiente o conjunta e incluso reducir la potencia del motor si es necesario. Para ello utiliza los frenos antibloqueo (ABS) y el control de frenado del motor (EBC), activándolos mediante sensores en las ruedas y volante, además de uno más que detecta movimiento en el giro.
La tecnología también hace uso de un bloqueo de diferencial electrónico junto con el control de tracción a fin de ayudar a corregir el sobreviraje y la pérdida de estabilidad. Este sistema, aplicado a condiciones de manejo deportivo permite brindar mejor control, por lo que Volkswagen desarrolló la versión Sports ESC, ayudando a prácticamente llegar al límite antes de que las ayudas intervengan, lo pusimos a prueba con Golf R.
Perder el auto de manera intencional a fin de llevarlo derrapado pero con una dirección controlada. Con ello se detecta a la perfección el trabajo de los diferenciales de la tracción 4Motion, que envían la potencia al eje trasero una vez que se detecta esa pérdida de adherencia, el resto es trabajo de las manos y de hacerle entender al cerebro que hay que acelerar cuando se piensa que debería frenar.
Un trazo preestablecido con curvas estrechas fue propuesto por Volkswagen y la idea era ir lo más rápido posible dentro de los límites de la física y con la consigna de no embestir los bancos de nieve. La clave resultó ser parecida al ejercicio anterior pero con sus grandes diferencias, ya que en uno se piensa terminar la vuelta lo antes posible, y en el otro dar círculos durante el mayor tiempo que se pueda.
Con Golf Alltrack pudimos detectar la activación del sistema 4Motion en diferentes casos. Mientras que en el segundo de ellos pudimos admirar el sistema VAQ. El GTI es el primer vehículo de serie con control de diferencial electrónico para un auto con tracción delantera. Con ello se entrega el poder a la rueda derecha o izquierda de manera inteligente y predictiva a fin de mejorar el rendimiento en curva.
Pusimos a prueba el sistema Active Control, con el cual se manipulan los modos: On Road, Snow, Off Road y Custom Off Road, con el cual se puede lograr un setting más individual. Con el modo On Road se pueden seleccionar diferentes modos de manejo que van desde uno ecológico a uno más deportivo e individual. Mientras que el modo Off Road permite sentir el sistema Ab Shock Effect que, en comparsa con los frenos ABS permitirá que la rueda se bloquee durante algunos instantes para controlar mejor el vehículo, sobre todo cuando descendemos.
Ser dócil con el acelerador y responsivo con el volante. Con ejemplares como los que hemos tenido a prueba vale la pena destacar el trabajo de 4Motion en respuesta con el tren motriz, ya que básicamente dosifica el torque y la potencia para tener una aceleración más lineal y progresiva.
Adicionalmente tenemos que contemplar que ninguno de estos ejercicios podría realizarse con neumáticos tradicionales, por ello cada vehículo montó cauchos de invierno ideales para trabajar en temperaturas inferiores a los -7 grados centígrados y drenar agua o nieve. Estas llantas ofrecen la particularidad de ser hechos con un compuesto extra blando y con un dibujo mucho más profundo y protagonista. Ofrecen gran densidad de ranuras para un mejor agarre y garantizan la adherencia en condiciones complejas.
Comprender cómo funciona un vehículo con dicha tecnología es esencial para garantizar un manejo seguro y adelantarse a situaciones peligrosas del camino. Tanto mecánica como programación actúan de manera eficiente para entregar un mayor control y facilidad de manejo a quienes poseen un Volkswagen. Esta tecnología es ideal para ayudar a sortear complicaciones de adherencia como lo son una lluvia poderosa, pavimento sucio o resbaloso, pero también para divertirse y llevar el auto hasta los límites de nuestro nivel de conducción.
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