Son 19,000 empleos directos los que genera en el país, plantas automotrices de las más importantes con parques de proveedores de relevancia y fábricas muy productivas en territorio nacional; al día de hoy, contando con la de Toluca en el Estado de México, Silao en Guanajuato, San Luis Potosí y Ramos Arizpe, Coahuila, fabrica los vehículos más importantes para Norteamérica, se suma al cargo la responsabilidad de los mercados del Caribe y Centroamérica, la mente que maneja estos destinos cambió esta semana.

Debemos añadir una clara estabilidad en la Presidencia y Dirección General de General Motors de México que la ha llevado por un buen camino. El cambio visto desde el punto de vista económico para el país es de suma relevancia, sin duda, Ernesto Hernández, quien deja su puesto el primer día de septiembre de este año para retirarse luego de 40 años en la compañía, supo unir los objetivos corporativos mundiales, regionales y finalmente la estrategia de la empresa en México con una gran relación con la red de distribuidores y la corporación.

GM en Estados Unidos, sin duda, tiene el ojo bien puesto en la operación de México pues el cambio lo ha dado con toda cautela y seguridad para la operación de la empresa y las carreras de ambos ejecutivos involucrados en la Presidencia, por un lado Ernesto Hernández no lo dejan irse simplemente así, sino que queda como consejero de la empresa, dándole un rol importante para la corporación y, por el otro lado, Francisco Garza, queda como el Presidente y Director General, un ejecutivo que conoce la empresa a la perfección, que ha estado a la derecha de Hernández y ha demostrado que es el indicado para seguir en la consolidación y continuidad de la buena marcha de la empresa en México.

Francisco –Paco como le decimos los amigos– es de los ejecutivos mejor armados en el negocio automotriz, además de la escuela dentro de GM y su formación, ha visto todos los vértices del negocio, siempre bien centrado, enfocado en el resultado, pero también en su equipo y red de distribuidores, sin duda, es el indicado para dirigir la empresa hacia sus éxitos en la tercera década del siglo, preparado para el cambio tecnológico y automotriz que se avecina.

El movimiento también deja a un hombre cercano a él, para las áreas vitales del negocio, la cual es la Vicepresidencia de Ventas, Servicio y Mercadotecnia, a manos de Juan Carlos García, quien viene de la dirección de Finanzas de la empresa puesto que ocupa desde 2015, y gran conocedor de la operación de las distribuidoras.

 

Ernesto Hernández pasa a la historia como el primer mexicano en ocupar la Presidencia de GM de México, supo nutrir su equipo, tanto que ahora lo releva el hombre que ha preparado de una manera certera y sin titubeos, un paso de estafeta importantísimo para la industria automotriz del país y de la corporación. Qué mejor para Paco el reconocimiento de toda su labor para llegar al máximo puesto con la total confianza de su equipo, distribuidores y distintos públicos con los que ahora interactuará.

En GM supieron hacer el cambio, claro y contundente y hasta anunciarlo con tres semanas de anticipación.

 

redacción

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