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Ahora con 181 caballos de potencia es el corazón del Zoom Zoom, con la magia de la ingeniería de la casa de Hiroshima, le han aumentado la emoción.
Ahora con 181 caballos de potencia es el corazón del Zoom Zoom. Sí, lo habíamos manejado, tanto en su versión convertible como en la RF –Retractable Fastback– y nos había dejado satisfechos, un auto sumamente especial para manejar a placer, pero ahora en 2019 nos enteramos que tenía más caballos con la magia de la ingeniería de la casa de Hiroshima, y con ello le han aumentado la emoción. Tome en cuenta que apenas pesa mil kilos en vacío, haciéndolo uno de los más ligeros en el mercado, con la caja manual y su nueva potencia, firmamos de recibido la unidad de prensa, tomamos el volante y no paramos sino hasta casi 120 kilómetros después saliendo a carretera y tramos de ciudad ya de noche. El caballaje adicional solo resulta de mejoras en el motor existente, mejor ingeniería y… ¡lo lograron!
Es un vehículo adictivo de manejar, que hace soltar sonrisas en cada cambio, que se escucha con gusto, ni muy elevada la nota que lo haga ver pequeño, ni tan baja la nota que no lo haga notarse como un brioso convertible que está ávido de tomarse el camino.
Ahora, ¿por qué comprarlo? No es para todos, ni para todos los caminos de los dueños que lo tengan, puede ser utilizado todos los días, pero la costumbre de subirse y bajar y la limitación de espacio en cajuela es necesario desarrollarla, no hay razón por las condiciones del camino en no sacarlo a diario, pero quizás en la mayoría de los clientes será su auto de capricho que saquen a disfrutar y no para ir del punto A al punto B.
El corazón del Zoom Zoom
Puertas pequeñas, gran cofre, una parte trasera reducida, entrar en el vehículo y encontrarse con un ambiente sin igual, deportivo, sport, emocionante y sin complicaciones. Todo está a la mano, no espere que el auto haga nada por usted. Quiere bajar el techo, quite el broche central y aviente la capota para atrás, quiere encender las luces o el limpiador de vuelta a la perilla, las comodidades son las mínimas pues todo el auto está concebido para manejarse, Bluetooth, mono mando central, computadora de viaje entrada sin llave hacen la magia de lo necesario. Cinturones, botón de encendido y la nota del motor se percibe cerca de usted y llena el ambiente, metemos clutch primera e inicia el interminable juego del piloto y la máquina con sus seis velocidades. Invisibles están el control dinámico de estabilidad, la distribución electrónica de fuerza de frenado, el bloqueo del diferencial, control de tracción y la dirección eléctrica, están ahí, cierto, pero el sentimiento de manejo es pleno, como si no lleváramos ninguna ayuda, pero la seguridad que saldremos de varias situaciones que nos salvan estas tecnologías.
De verdad es un sueño hecho realidad que aún sigamos teniendo autos así y un aplauso a Mazda por conservarlo de esta manera, sin duda el Zoom Zoom como filosofía puesta en la mesa de sus decisiones corporativas da la razón a contar con un auto así, que por cierto muchos, aunque pueden financieramente hacer, no se avientan, por ello el Zoom Zoom es único. Su precio lo deja accesible a muchos en 379,900 pesos, si tiene cien mil pesos más el techo automático cuando sube y baja “no tiene precio”, pero no es indispensable, qué bueno que existe esta versión, dará más permanencia a este auto pues su volumen es mayor.
Ah, por cierto, bájese, ponga la alarma, tome distancia y verá una escultura visual que no querrá dejar de mirar, cada día le encontrará un nuevo rasgo, sin duda uno de los mejores diseños que conocemos, no solo en este segmento sino en muchos convertible sobre el planeta. Quien lo tenga, que lo disfrute será memorable en su vida.
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